Hoy, la industria bancaria española se encuentra de luto por la pérdida de uno de sus más grandes exponentes, Jaime Botín-Sanz de Sautuola García de los Ríos, quien falleció a los 88 años en la ciudad de Santander, rodeado de su familia. Nacido en abril de 1936, Botín formaba parte de una saga de banqueros de renombre, iniciando su carrera en el Banco de Santander en 1957, cuando su padre, Emilio Botín Sanz de Sautuola, presidía la entidad.
A lo largo de las décadas de 1970 y 1980, Jaime Botín desempeñó un papel crucial en la expansión y modernización del banco cántabro, llegando a ocupar el cargo de vicepresidente primero entre 1999 y 2004. Sin embargo, su legado más destacado está irremediablemente ligado a la marca Bankinter, la cual fundó en 1965 como un banco industrial, y que en 1972 se transformó en un banco comercial independiente.
El Legado Innovador de Bankinter
Jaime Botín fue el consejero director general de Bankinter desde 1965, asumiendo el cargo de consejero delegado entre 1977 y 1986, y posteriormente ejerciendo como presidente de la entidad entre 1986 y 2002. Durante este período, consolidó la personalidad diferencial del banco, impulsando su carácter innovador e independiente, y convirtiéndolo en una de las principales instituciones financieras de España.
Bajo su liderazgo, Bankinter se convirtió en un referente en el sector, caracterizándose por su espíritu innovador y su enfoque disruptivo. Botín supo adaptar el banco a los cambios del mercado, anticipándose a las tendencias y ofreciendo soluciones financieras vanguardistas a sus clientes.
Además de su labor al frente de Bankinter, Jaime Botín también fue el creador e impulsor de Línea Directa, la aseguradora que nació en 1995 como una joint venture entre Bankinter y Royal Bank of Scotland, y que hasta su salida a Bolsa en 2021, formó parte del Grupo Bankinter.
Un Banquero Multifacético y Humanista
Más allá de sus logros profesionales, Jaime Botín se distinguía por su amplio humanismo y su sentido del humor, atributos que destacaron sus familiares y allegados. Su sobrina, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, recordó que Botín tenía «mucho de su abuelo: multifacético, con gran sentido del humor e interesado, no solo por lo financiero, sino por un amplio humanismo: el arte, la física, la filosofía, el deporte.
Asimismo, Ana Botín subrayó que Jaime Botín fue un gran apoyo para su abuelo, su padre y para ella misma en «momentos importantes» de sus carreras, destacando su sabiduría y su manera de afrontar los desafíos, tanto personales como profesionales.
La partida de Jaime Botín deja un vacío en la industria bancaria española, pero su legado como impulsor de la innovación y la independencia en Bankinter, así como su humanismo y su sentido del humor, permanecerán como un referente para las próximas generaciones de líderes empresariales.
