Las azucareras alargan la recogida de remolacha, un problema que pone en peligro la cosecha

La campaña de recogida de remolacha en Andalucía, que normalmente finaliza a más tardar el 20 de agosto, podría extenderse este año hasta el 10 de septiembre debido a una mala gestión de la empresa Azucarera en Jerez de la Frontera (Cádiz). Esta situación pone en riesgo que una parte importante de la cosecha se pudra, según las declaraciones del responsable del sector de la remolacha en COAG-A, Ramón García, a Europa Press.

La única fábrica dedicada a procesar la remolacha en Andalucía se encuentra en Jerez de la Frontera y, según García, «no da abasto». A pesar de no haber problemas ni de transporte ni de arranque, y de contar con suficientes máquinas, la factoría presenta limitaciones de producción que no son suficientes, debido a una «mala gestión del arranque y entrega por parte de la empresa azucarera».

La Campaña de Recogida de Remolacha en Riesgo

La prolongación de la campaña de recogida de remolacha está «condicionada por el agua disponible», lo que pone en apuros a los agricultores. En zonas de Cádiz, todavía quedan parcelas con remolacha que están «perdiendo peso y corriendo riesgo de pudrición si no se recogen a tiempo». Asimismo, en la provincia de Sevilla, donde los agricultores tienen otros cultivos además de la remolacha, se ven en la tesitura de «elegir entre cortar el riego de la remolacha o abandonar otros cultivos que también lo necesitan».

Aunque la empresa azucarera estaría «valorando complementar de alguna manera las pérdidas que se sufran», esta situación aún no se ha comunicado de forma oficial y por escrito, lo que genera incertidumbre entre los agricultores. Además, Ramón García lamenta que la empresa rompiera de forma «unilateral el acuerdo interprofesional que tenían, dejando a los agricultores sin «ni voz ni voto» en el proceso.

El Futuro de la Remolacha en Andalucía

A pesar de estos problemas, Ramón García destaca que este año ha sido «un buen año» para la remolacha en Andalucía, con una mayor superficie cultivada en comparación con los últimos cuatro o cinco años. Esto se debe a un invierno lluvioso y una primavera favorable, lo que ha permitido alcanzar rendimientos medios de entre 70 y 80 toneladas por hectárea, e incluso llegar a 120 o 130 toneladas por hectárea en algunas parcelas de regadío.

Sin embargo, el futuro de este cultivo en la región podría verse amenazado si no se resuelven los problemas de gestión entre los agricultores y la empresa azucarera. García advierte que «si no se le pone remedio a este problema, algunos están pensando en no sembrar remolacha» el próximo año. Insiste en que existen soluciones, pero que la empresa ha priorizado «mejorar el rendimiento económico en lugar de aumentar la eficiencia productiva.

En conclusión, la campaña de recogida de remolacha en Andalucía se enfrenta a serios desafíos este año, poniéndose en riesgo una parte importante de la cosecha debido a la mala gestión de la empresa Azucarera. Mientras que este ha sido un buen año para el cultivo, el futuro de la remolacha en la región dependerá de que se encuentren soluciones que satisfagan tanto a los agricultores como a la industria, evitando que los productores decidan abandonar este importante cultivo.