En los últimos días, la empresa de videojuegos Bungie ha sido centro de controversia debido a una serie de decisiones que han generado fuertes críticas. La compañía, conocida por juegos como Destiny, ha enfrentado críticas por los despidos masivos a sus empleados, lo cual ha dejado perplejos a muchos, especialmente considerando su reciente adquisición por parte de Sony.
La situación empeoró cuando se reveló que Pete Parsons, CEO de la compañía de videojuegos, ha estado gastando millones de dólares en la compra de coches clásicos de lujo, al parecer una de sus aficiones. Estas revelaciones han suscitado indignación entre los empleados afectados por los recortes y la comunidad en general.
En redes sociales, se ha manifestado un amplio repudio hacia Parsons, con muchos usuarios expresando su descontento por lo que perciben como una falta de coherencia entre las decisiones empresariales y los lujosos gastos personales del CEO.
Los despidos en Bungie se han interpretado como parte de un proceso de reestructuración tras la adquisición por Sony, lo que ha llevado a la eliminación de puestos de trabajo en varias áreas de la empresa. Esto ha generado preocupación no solo por el impacto en los empleados directamente afectados, sino también por el ambiente laboral y la percepción pública de la compañía de videojuegos.
¿Qué dice la empresa de videojuegos?
Bungie ha declarado que los despidos forman parte de una estrategia para alinear recursos y optimizar operaciones tras la compra por parte de Sony. Sin embargo, las críticas persisten, cuestionando la equidad y la moralidad de los recortes en el contexto de los gastos personales de alto perfil del CEO, que compró en un mes 20 coches en subasta.
La controversia continúa en desarrollo, con muchas voces exigiendo transparencia y responsabilidad corporativa por parte de Bungie y su liderazgo. «Es un mentiroso, un ladrón y muchas cosas que no podemos discutir públicamente«, aseguró una de las extrabajadoras de la compañía sobre el CEO, que está en todo el centro de la polémica.
