La llegada de Julián Alvarez hace que otro delantero rojiblanco termine saliendo
Julián Álvarez es uno de los nombres más sonados en el entorno del Atlético de Madrid en los últimos tiempos, dado que hay mucho interés en su fichaje. Los colchoneros aspiran a ficharle este mercado de fichajes y completar así una punta de ataque de ensueño que les permita competir por todo el año que viene.
Dada la complejidad de la operación de Julián, el Atlético de Madrid se vería obligado a desprenderse de alguno de sus más valiosos jugadores para sacar tajada por las ventas. Uno de los candidatos a marcharse es Samu Omorodion, cuyo enorme valor de mercado facilitaría el movimiento y la llegada del argentino.
Samu Omorodion se marcha al Chelsea y llega Julián Álvarez
A la espera de novedades acerca de la situación del internacional sub-21, su salida lo pondría todo de cara para que la llegada de Julián Álvarez fuese oficial. El delantero, que está jugando los Juegos Olímpicos de París 2024 con España, no tiene garantizado su sitio en el Atlético de Madrid de cara al próximo curso.
Esto es ante el fuerte interés que llega desde Londres, donde parecen dispuestos a alcanzar los 50 millones de euros que piden desde el Metropolitano. Según informa el periodista Fabrizio Romano, «el Chelsea sigue discutiendo con el Atlético de Madrid sobre Samu Omorodion» en una operación distinta a la de Conor Gallagher, que parece haber aceptado la propuesta rojiblanca.
El Chelsea tendría todo atado para llevarse a Omorodion
De forma paralela, el periodista Gianluca Di Marzio también ha dado más detalles de la posible llegada del atacante a Stamford Bridge. Según asegura, Omorodion siempre ha sido «la primera opción» del Chelsea para reforzar su delantera y la operación «avanza» en una base de 50 millones de euros.
El Chelsea ya mostró un fuerte interés a principio de verano por Omorodion, pero la dirección deportiva rojiblanca se mostró tajante: no estaba en venta… salvo que la oferta rondara los 50 o 60 millones. Ahora, desde Londres parecen acercarse a las pretensiones colchoneras, lo que podría facilitar su posible salida.