Los datos de los cines españoles han sido suficientemente desastrosos como para que varias de las grandes empresas del sector tomen medidas desesperadas. Pero aunque de momento estas se han mantenido dentro de las directivas de estas empresas, empieza a ser evidente que las próximas medidas las sentirán los usuarios. Por un lado, la inversión en producción local puede sufrir si las cintas lejanas a la fórmula de las películas familiares de Santiago Segura, y por otro las salas pueden verse obligada a tocar los precios de las entradas y los alimentos en sus instalaciones, algo que se baraja y que ya hicieron algunas de las grandes franquicias a principios del año.
Es también un riesgo, si el cine sufre demasiado de precio, puede alejar a los espectadores que se han mantenido fieles a la sala oscura después de la pandemia. Pero al mismo tiempo con un calendario del último trimestre que no tiene grandes estrenos fuera de la temporada de premios, y los evidentes cambios de hábito de una parte importante, lo que era el público fiel antes de la pandemia, perder a más espectadores repetidos puede ser una condena de muerte.
Al mismo tiempo hay dos sitios a los que empresas como Yelmo y Cinesa pueden ver para buscar soluciones. Por un lado, los datos de los países vecinos, como Francia o Italia, son mucho más positivos que los de España, donde todo apunta a que el año cerrará 15% de los ingresos de 2023, por otro, en el mismo país, las salas urbanas e independientes, lejos de los centros comerciales, han conseguido buenos datos. Fenómenos puntuales como los Cines embajadores o los Verdi en Madrid son evidentes, pero es una realidad mucho más extensa en todo el país, y que apunta a que el público de estas salas es mucho más variado, lo que atrae a los interesados en cine de autor, además de los blockbusters.
HOLLYWOOD NO SALVARÁ LAS SALAS ESPAÑOLAS EN 2024
La otra realidad evidente es que las salas no pueden contar con los grandes estrenos de Hollywood para salvarlas en el último tramo del año, que siguen siendo los que mejores datos generan en la taquilla española. Se ha mostrado este año con los buenos números de ‘Deadpool y Lobezno’ y de ‘Dune: Parte 2’, pero no quedan demasiado grandes cintas de esa envergadura antes de fin de año, sobre todo por los retrasos causados por las huelgas simultáneas de actores y guionistas del año pasado.
Es cierto que quedan algunas apuestas interesantes, como la secuela de ‘Bitelchús’ de Tim Burton, la tercera entrega de ‘Venom’ o la primera parte de la adaptación del clásico de Broadway ‘Wicked’. Pero en la práctica solo se espera que ‘Joker: Folie A Deux’ pueda llegar a datos realmente importantes en la taquilla, que se puedan comparar con los dos grandes éxitos de lo que va de año. Si las salas tienen la suerte de que la temporada de premios deje además un éxito en taquilla, respiraran mejor, pero es algo impredecible.
¿CUÁNDO PUEDE SUBIR DE PRECIO LA ENTRADA DE CINE?
Si los cines confirman la subida de los precios, lo normal es que sea a principios del próximo año, como lo han hecho este. Es una decisión que todavía pueden masticar, sobre todo por qué también pueden probar estrategias para vender más alimentos en sala, y recuperar algunas estrategias de la época post pandémica, sobre todo 2021 y la segunda mitad del 2020, cuando el cine clásico ocupó un espacio en las salas oscuras, lo que permitió que aparecieran por allí películas de iconos como Chaplin en las salas hasta un año después de su estreno.
En cuanto al total, es más complicado saberlo. La entrada en España tiene un precio mucho menor a otros países europeos, y que la de Estados Unidos, lo que da algo de espacio de maniobra, pero incluso si quieren hacer cada entrada más rentable no hay demasiado espacio para perder espectadores en un momento en el que las salas de cine ya se encuentra tan disminuidas.