El Sena, que recorre 777 kilómetros desde el norte de Francia hasta el Canal de la Mancha, es un símbolo icónico de París. Sin embargo, su idílica apariencia oculta una cruda realidad: la calidad de sus aguas ha sido históricamente deficiente, lo que ha hecho que se prohibiera el baño desde 1923.
Y para estos Juegos Olímpicos, Francia quería que el Sena fuese uno de los grandes protagonistas de la cita olímpica. Y así está siendo, aunque de la peor de las formas.
LA MALA CALIDAD DE LAS AGUAS EL RÍO SENA ESTÁN DANDO MUCHO DE QUÉ HABLAR
A pesar de las infraestructuras construidas por las autoridades galas, las campañas de marketing para limpiar su imagen y la enorme inversión desplegada para que el río estuviese a punto para 2024, la mala calidad de las aguas del Sena siguen dando que hablar.
Y ya no solo en el campo de las especulaciones o las dudas. Hay análisis que constatan que sus aguas no están lo suficientemente limpias, lo que está interfiriendo ya en el planning de las pruebas.
Lo vimos este pasado jueves con la prueba de triatlón. E incluso en boca de sus participantes, como las palabras del chileno Gaspar Riveros. «Nadie sabe el trabajo que hay detrás de esto, es una falta de respeto«, afirmó el triatleta aludiendo a la alta exigencia, entrenamiento y condiciones para competir a nivel olímpico.
«HA SIDO UNA IMPRUDENCIA HISTÓRICA»
«Creo que ha sido una imprudencia histórica», aseguran los investigadores del CSIC. «Cuando la lluvia inunda el Sena, y esto pasa en París, en Barcelona y en cualquier otra ciudad, las alcantarillas rebosan y envían las aguas fecales al río. Claro, en Barcelona, esas aguas infectadas van a parar al mar y ahí aguantan unas horas. En París, sin embargo, todo queda estancado«.
Las razones detrás de esta prohibición son complejas y preocupantes. París, al igual que muchas otras ciudades antiguas, tiene un sistema de alcantarillado combinado, donde tanto las aguas residuales como las pluviales fluyen por las mismas tuberías.
Durante las lluvias intensas, estas tuberías se desbordan, vertiendo aguas residuales directamente al Sena. Este proceso no solo genera un olor desagradable, sino que también contamina gravemente el agua, haciéndola peligrosa para cualquier tipo de contacto humano.
FRANCIA SE GASTÓ 1.400 MILLONES DE EUROS PARA MEJORAR LA CALIDAD DEL AGUA
Francia ha invertido alrededor de 1.400 millones de euros en los últimos años en una serie de obras de infraestructura para mejorar la calidad del agua del Sena. Estos esfuerzos forman parte de un ambicioso proyecto cuyo objetivo es garantizar la seguridad de los eventos olímpicos y permitir que los parisinos puedan bañarse en el río en varias zonas de la ciudad a partir del próximo año.
Con todo, el escepticismo público respecto a la calidad del agua del Sena ha sido un tema candente, especialmente en redes sociales. Anne Hidalgo, alcaldesa de París, se zambulló en el río hace unas semanas para desmentir los rumores y la polémica sobre la calidad del agua para las pruebas de natación del triatlón y de aguas abiertas.
Su titánica labor de limpieza es el epicentro de lo que París llama «los Juegos Olímpicos más ecológicos de la historia». Unos donde el Sena acoge varias pruebas olímpicas de natación (triatlón, paratriatlón y natación en aguas abiertas).
NOS VAN A HACER NADAR AUNQUE ESTÉ CONTAMINADO»
El plan tras los Juegos es además abrir tres zonas públicas de baño. Pero para que las pruebas deportivas puedan celebrarse, es obligatorio que las bacterias de origen fecal (la Escherichia coli y los enterococos) no superen los límites sanitarios.
Por su parte, los atletas olímpicos españoles y el equipo olímpico nacional pensaba que les iban a obligar a nada en el Sena aunque estuviese contaminado. Sin embargo, no solo preocupaba la contaminación, también lo hacía la enorme corriente que agitaba el Sena. Después del desfile de embarcaciones olímpicas durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, el trasiego de barcos que recorren el río de punta a punta continuó.
«Creo que nos van a hacer nadar aunque esté contaminado. Van a hacer lo que sea para que nademos en el Sena y tirarán hacia adelante». Hay una guerra interna entre el Comité Organizador y el resto de federaciones, porque unos priorizan la salud de los deportistas y otros quieren hacerlas, aunque la contaminación supere el nivel máximo y haya más corriente de la cuenta», añadía esta misma voz a este periódico.