La celebración anual de los tradicionales actos en honor de San Ignacio en la localidad guipuzcoana de Azpeitia ha sido testigo de un llamado a la unidad y el consenso por parte del Obispo de San Sebastián, Fernando Prado Ayuso. En su homilía, el prelado donostiarra se ha dirigido a las autoridades presentes, entre ellas el Lehendakari Imanol Pradales, para remarcar la importancia de no bajar la guardia y tomar las «mejores decisiones» en beneficio de la sociedad.
El Obispo ha destacado que esta es una «cuestión de todos«, tanto del Gobierno como de la oposición, ya que «lo que está en juego es muy importante» y se trata nada más y nada menos que del «bien de nuestra sociedad«. En este sentido, ha hecho hincapié en la necesidad de «elegir bien«, aunque reconoce que no siempre es fácil, y ha insistido en la importancia de tener claros los principios desde los que se trazan los proyectos y las soluciones.
La Importancia del Bien Común y el Consenso
Prado Ayuso ha señalado que, en tiempos de «polarización» y «antagonismo«, es crucial escuchar las palabras del Papa Francisco y reflexionar sobre ellas. El Obispo ha subrayado que el «bien común» debe estar por encima de las ideas particulares o de partido, y que la «inclusión y el contar con todos» es absolutamente necesario para construir algo duradero.
Según el prelado, la «buena política» no se trata solo de mayorías, sino que debe «buscar siempre amplios consensos» para ser realmente eficaz. Asimismo, ha insistido en que «querer hacer las cosas solo con nosotros y los nuestros, es un auténtico error«, y ha resaltado que cuando se busca el bien de los demás «con los demás«, se acierta aún más, se hacen las cosas mejor y las soluciones se vuelven más sólidas y duraderas.
El Agradecimiento a las Autoridades y el Compromiso de la Iglesia
Finalmente, el Obispo ha expresado su agradecimiento a las autoridades presentes, reconociendo que se «empeñan en el bien común, con no poco esfuerzo e ilusión«, en medio de un mundo de «equilibrios muy complejos«. Prado Ayuso ha destacado que, si bien los ciudadanos a veces exigen más de la cuenta, también agradecen la «disponibilidad para servir a la ciudadanía«.
En nombre de la comunidad cristiana, el Obispo se ha ofrecido para «colaborar con lealtad e ilusión en este empeño por el bien común«, y ha recordado que siempre hay gente a la que no llega el bienestar del que la mayoría disfruta, por lo que «los más pobres han de ser siempre como una alarma que nos recuerde cuál es el objetivo final de todo empeño en la cosa pública.
