Un niño de tres años ha fallecido aplastado en el Reino Unido cuando el novio de su madre empujó hacia atrás el asiento de su coche de manera violenta, al parecer, porque el menor hacía mucho ruido.
Alfie Lamb, un bebé de tres años gritó «mami» antes de morir, tal y como recoge la ‘BBC‘. Su madre, Adrian Hoare de 23 años, mintió a las autoridades cuando declaró que el pequeño se encontraba en el coche y, de pronto, dejó de responder al quedarse dormido.
Los hechos tuvieron lugar en 2018 y ahora están siendo juzgados por un tribunal del Reino Unido. Tanto la madre del menor como su pareja, Stephen Waterson, niegan que quisieran acabar con la vida del niño.
Waterson, de 25 años de edad, golpeó presuntamente al pequeño con el asiento dos veces debido al «ruido y alboroto» que el niño estaba haciendo en la parte de atrás del automóvil, donde estaba sentado junto a su madre.
El conductor del vehículo, Marcus Lamb de 22 años, aseguró a la Policía que el menor se había quedado dormido durante el trayecto, confirmando la declaración de la madre, y que ésta le había abofeteado para intentar carlamarle antes de que el asiento del copiloto se moviera hacia atrás.
«Cuando Alfie volvió a hacer ruido, Waterson deliberadamente movió su asiento hacia atrás otra vez, y lo mantuvo en esa posición invertida, aplastando a Alfie, ya que nuevamente mostró signos de problemas respiratorios hasta que se quedó siniestramente tranquilo», dijeron fuentes de la investigación.