El efecto IKEA, un concepto que debe su nombre al famoso gigante sueco de muebles, revela cómo nuestro esfuerzo por armar o crear algo puede hacernos valorarlo más. Esta manipulación psicológica no solo afecta nuestras decisiones de compra, sino también cómo percibimos nuestras relaciones y otras áreas de la vida. Conocer este sesgo cognitivo te ayudará a evitar decisiones impulsivas y a ser más consciente de cómo valoras el trabajo y el esfuerzo.
1El efecto IKEA en nuestras compras
El efecto IKEA hace que valoramos más los productos que hemos ensamblado nosotros mismos. Aunque los muebles «hágalo usted mismo» suelen ser más baratos, la satisfacción de haber participado en su creación puede llevarnos a sobrevalorar su calidad. Esta tendencia no es solo una curiosidad: muchas empresas aprovechan este sesgo psicológico para vender productos a precios más altos, sabiendo que el esfuerzo personal hará que te sientas más satisfecho con la compra. La próxima vez que estés tentado a comprar un producto «DIY», recuerda este efecto y evalúa si realmente el costo adicional se justifica.
