La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un paso adelante en su lucha contra la siniestralidad vial con la instalación de un nuevo radar de tramo en la Autovía del Cantábrico (A-8). Este dispositivo es capaz de multar en ambos sentidos de la marcha, algo que ha generado una fuerte indignación en los conductores. Cabe destacar que no se trata de una implementación novedosa, sino que comenzó en abril de este año y busca revolucionar el control de velocidad en una de las autopistas más transitadas de España. En este artículo te contaremos que motivos han llevado a la DGT ha tomar la decisión de implementar este nuevo radar caza conductores.
1El nuevo guardián de la DGT: Un radar que no deja escapar nada
El nuevo radar de tramo instalado en la Autovía del Cantábrico representa un salto cualitativo en la tecnología de control de velocidad empleada por la DGT. A diferencia de los radares convencionales que miden la velocidad en un punto específico, este sistema es capaz de monitorear la velocidad media de los vehículos a lo largo de un tramo determinado, y lo hace en ambas direcciones de la marcha.
La implementación de este radar se ha llevado a cabo en un tramo estratégico entre las localidades de Ontón y Castro Urdiales, en Cantabria. Esta zona es particularmente crítica, ya que por ella circulan diariamente más de 70.000 vehículos en algunos puntos. La ubicación del dispositivo en el centro de este tramo permitirá un control exhaustivo del flujo de tráfico en ambas direcciones.
Lo que hace especialmente efectivo a este nuevo radar es su capacidad para medir la velocidad media a lo largo de varios kilómetros. Esto significa que los conductores no pueden simplemente reducir la velocidad al pasar por un punto específico, como ocurre con los radares convencionales, sino que deben mantener una velocidad constante y dentro de los límites establecidos durante todo el tramo controlado.