El Gobierno retirará las concertinas de las vallas que rodean el perímetro fronterizo en Ceuta y Melilla, «en aquellos puntos más vulnerables, esto es, donde más saltos se han registrado». Serán sustituidas por «medios más seguros y menos cruentos».
Así lo confirmó este viernes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien compareció tras la reunión del Consejo de Ministros que aprobó un plan integral para la mejora de la seguridad en la frontera elaborado a partir de un estudio realizado por la Secretaría de Estado de Seguridad.
Según explicó, este plan se basa en un informe de junio de 2017 encargado por el Ejecutivo anterior que ponía de manifiesto que en estos perímetros fronterizos «existían múltiples puntos vulnerables» y que muchos de «los elementos técnicos con los que trabaja la Guardia Civil están obsoletos y no cumplen ni de lejos la necesaria función de control y de protección de los derechos humanos».
Entre las actuaciones a corto plazo, el documento dedica su punto tercero a las medidas perimetrales, tras analizar los puntos más vulnerables en las vallas de Ceuta y Melilla, según dijo el ministro, que explicó que se han detectado «ciertos puntos donde, por razones técnicas y también de carácter orográfico», se producen más saltos de inmigrantes y será en «estos puntos más vulnerables» donde se retirarán las concertinas para su sustitución por «otros elementos seguros pero menos cruentos».
Grande-Marlaska recalcó que la intención de su plan es aunar el refuerzo de la seguridad y del control en la frontera con el respeto y la protección de los derechos humanos, y destacó que el citado estudio ya había detectado que las concertinas «no ejercían el efecto disuasorio» esperado.