Solo ha pasado una semana desde que arrancara ‘GH Dúo’ pero de la casa de Guadalix de la Sierra ya ha salido un titular que pasará a la historia: la confesión de Kiko Rivera de que en el pasado tuvo una adicción a las drogas.
El concurso propuso al hijo de Pantoja y a su pareja, Irene Rosales, que participaran en la ‘curva de la vida’. Una sección del programa donde los concursantes deben explicar a la audiencia los mejores y peores momentos de su vida.
Rivera explicó el calvario que sufrió con la entrada en prisión de su madre o la muerte de su padre, pero fue minutos después cuando por su boca salió lo que nadie esperaba.
«En determinado momento de mi vida, y de ahí viene en gran parte mi depresión, tuve adicción a las drogas (…) consumía cocaína, hachís y marihuana todos los días, y también cocaína. Para mi ir a trabajar era pegarme una fiesta, no rendía en mi trabajo, no daba lo que tenía que dar», confesaba.
Además de su madre, fue su pareja Irene quien le brindó la ayuda necesaria para poder salir de ese terrible mundo de las drogas. «Ella se puso firme y me enderezó, me costó lo más grande pero hace un año y medio ya soy un hombre limpio. Me costó muchísimo. Gracias a dios lo he conseguido, aún sigo con el tratamiento y haciéndome mis pruebas, donde todos los que me quieren pueden ver que sigo bien», afirmó.