Glovo ha puesto toda una serie de excusas para evitar el pago de las sanciones a la Seguridad Social por incumplir sistemáticamente la ley Rider, que obliga a contratar a sus repartidores como empleados por cuenta ajena y no como autónomos, como insiste la compañía.
La empresa, ubicada en el perímetro de la alemana Delivery Hero, se enfrenta a multas millonarias, de más de 400 millones de euros y con una larga lista de juicios pendientes. Su fundador, Óscar Pierre, se enfrenta, además, a una pena de cárcel de entre seis meses y seis años por estos motivos, según la denuncia de la Fiscalía.
En uno de los casos, Glovo aseguró que no podía hacer frente al pago de una liquidación de unos 232.000 euros y de otros 703.000 euros de sanción. En otro, afirmó que tampoco podía entregar 48.419 euros por la liquidación y otros 220.383 euros por la sanción. La suma ronda los 65 millones únicamente con la Seguridad Social, a las que habrá que sumar las sanciones correspondientes por las inspecciones de Trabajo realizadas hasta ahora.
Hasta ahora, la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional entendía que la «inmediata ejecución de la resolución administrativa impugnada es susceptible de producir a la entidad demandante perjuicios de especial importancia y de difícil reparación». Todo ello basado en un informe pericial aportado a la causa para imponer una serie de medidas cautelares. Las conclusiones del estudio, además, apuntan que «en caso de tener que abonar las sanciones, liquidaciones o cualquier concepto derivado de las actuaciones inspectoras, la situación de solvencia y liquidez de la compañía se vería significativamente afectada, situándola en una situación extrema».
LA SITUACIÓN APOCALÍPTICA DE GLOVO NO CALA EN LA AUDIENCIA NACIONAL
Así, Glovo se defendió argumentando una serie de «pérdidas significativas» en los últimos ejercicios y con una previsión para 2023 de 209 millones en números rojos. La empresa de reparto a domicilio aseguró que «es incapaz de generar flujos positivos» y tampoco tiene previsto llegar al punto de equilibrio en el corto plazo. «Los pasivos corrientes son superiores a los activos corrientes y, por tanto, el fondo de maniobra de la compañía es negativo», afirmó ante la Audiencia Nacional, con un montante negativo de 20 millones en esta magnitud contable, una cifra que indica «problemas de liquidez en el corto plazo».
Por si fuera poco, Glovo dibuja un escenario apocalíptico sobre la situación macroeconómica. «No es favorable para la obtención de financiación externa con unos tipos de interés elevados»; y puntualizó: «La cotización del socio alemán Delivery Hero ha empeorado considerablemente, con una caída del 30% en el 2023, poniendo en riesgo las aportaciones que pueda hacer la compañía».
Hasta ahora, la empresa ha apuntado que tenía números rojos millonarios, motivo por el que pagar las sanciones pondría en riesgo su viabilidad financiera. No obstante, su matriz alcanza un valor en Bolsa de casi 5.700 millones de euros, un montante más que suficiente para hacer frente al pago de estas multas y sanciones con la Seguridad Social.
En su escenario, más propio de una crisis económica y financiera, que de una Europa a medio gas, pero con España empujando del carro a nivel macro, Glovo afirma que «las entidades financieras españolas han disminuido o eliminado el crédito ofrecido a la compañía». La empresa ahondó aún más en su radiografía con una concreción: «En caso de no haber conseguido la financiación de Barclays, la situación financiera de Glovo todavía sería más complicada». De este modo, «al afectar la circunstancia reseñada a la consecución de la finalidad del litigio, resulta pertinente la adopción de la medida cautelar interesada». Es decir, mantener el impago a la Administración Pública.
SITUACIÓN EXTREMA Y UN OTOÑO JUDICIAL CONTRA GLOVO
La «situación extrema» de Glovo, no obstante, no ablanda a los jueces, más cuando hay al menos 23 juicios pendientes solo contra Glovoapp23, según ha podido constatar QUÉ! con datos judiciales y de registros oficiales de distintas Comunidades Autónomas, como Madrid, Canarias y Asturias, entre otras. La lluvia de litigios comenzará a partir de septiembre, con un otoño caliente judicial para Óscar Pierre y su compañía, de la que el fundador y fuera del perímetro de Delivery Hero tiene hasta ahora casi el 50%.
Glovo ha pedido a la Audiencia Nacional que le exonere de poner garantías por el importe de las sanciones, extremo al que se opone la Sala de lo Contencioso. Y es que, una cosa es que la situación de la compañía se vea comprometida en el corto plazo y otra bien distinta que la actual coyuntura le exonere de dicho pago.
Para Glovo, es una contradicción, pero ni mucho menos para los jueces. La propia Tesorería General de la Seguridad Social exigió la desestimación del recurso en todos los casos aduciendo que para «justificar el grave perjuicio que se daría de no suspenderse el acto impugnado se acude a una prueba pericial que, debido a su carácter de prueba de parte, carece de la objetividad y garantías propias de una prueba pericial de naturaleza judicial, tanto en la elección del perito como en la nula contradicción de sus conclusiones».
Glovo reconoce que estuvo dispuesta a consignar una cantidad mayor incluso que el monto total de lo reclamado en los distintos procesos judiciales
En este sentido, la Tesorería de la Seguridad Social atacó directamente a la base del fundamento de Glovo. El informe pericial es «parcial e interesado», que «no se refiere en concreto a las actuaciones que se enjuician en este específico procedimiento ordinario, sino que aúna las consecuencias de los procedimientos que se están dilucidando ante diferentes Salas de lo Contencioso Administrativo de los distintos Tribunales Superiores de Justicia y en diferentes Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo, y para todos ellos se invoca homogéneamente un único perjuicio genérico y abstracto que no se vincula con la ejecutividad de los actos impugnados en cada caso». En resumen, no se centró en los hechos sino en las consecuencias de los mismos.
LA SEGURIDAD SOCIAL DEFIENDE A TRABAJADORES DE GLOVO
De hecho, la propia Tesorería de la Seguridad Social apunta que Glovo «reconoce que estuvo dispuesta a consignar una cantidad mayor incluso que el monto total de lo reclamado en los distintos procesos judiciales, prueba de que el perjuicio que le causaría la ejecución de la resolución impugnada no es tal».
Asimismo, la propia Tesorería de la Seguridad Social centró su razonamiento no sólo en los intereses públicos por la recaudación de las cuotas, sino en los propios falsos autónomos que no estaban cotizando como deberían, un interés de terceros que debía ser tomado en consideración por la Sala de apelaciones de la Audiencia Nacional.
«La medida afectaría directamente a los derechos de cotización de los trabajadores o colaboradores de reparto de GLOVOAPP23, S.A, reflejados nominalmente en las actas impugnadas, los cuales verían retrasado su derecho al esclarecimiento de su situación laboral o, incluso, se verían perjudicados durante meses en sus cotizaciones a la Seguridad Social», destacó el ente público en uno de sus recursos.
LA AUDIENCIA NACIONAL SIGUE CRITERIOS LÓGICOS CONTRA GLOVO
Asimismo y en aras de unificar criterios judiciales, la propia Tesorería de la Seguridad Social apunta que «varios tribunales han denegado la suspensión, así como el Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo núm. 11 por auto de 22 de mayo de 2023». La propia Sala de Apelaciones acepta así el motivo de la Tesorería de la Seguridad Social.
«La medida cautelar podrá denegarse si de la misma pudiera seguirse perturbación grave de los intereses generales o de tercero», puntualizó. «En todo caso, junto a ese perjuicio para el derecho del recurrente han de valorarse el interés público y los intereses de tercero afectados que, aun concurriendo el periculum in mora, pueden justificar la denegación de la medida solicitada», matizó.
Cabe destacar que Delivery Hero ha apartado más de 400 millones de euros para hacer frente a las sanciones. La empresa alemana, además, se muestra optimista con Glovo, a la que augura números verdes en 2024, pero quizá solo sea un mensaje para contentar a los accionistas o evitar que éstos huyan de la compañía. La germana compró la mitad de Glovo con una valoración de 400 millones de euros, muy por debajo del precio que llegó a valorarse en 2021, cuando se le concedió el rango de ‘unicornio’, es decir, más de 1.000 millones de euros.