En los últimos años, la Unión Europea (UE) ha implementado un marco regulatorio para promover la inversión sostenible a través de la adopción de criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG por sus siglas en inglés). Este marco ha impulsado un importante aumento en la inversión sostenible, sin embargo, aún enfrenta desafíos que requieren mayor claridad y mejoras, según un estudio reciente del CFA Institute, la asociación de profesionales del sector financiero.
El estudio del CFA Institute revela que los principales retos que enfrentan los inversores en este ámbito giran en torno a la divulgación de información sobre finanzas sostenibles, la fiabilidad de los datos y la complejidad de las calificaciones ESG. Estos hallazgos ponen de manifiesto la necesidad de abordar estas cuestiones para lograr una implementación más efectiva del marco regulatorio de la UE.
Desafíos en la Implementación del Marco Regulatorio ESG
Una de las principales preocupaciones expresadas por los encuestados es la falta de datos confiables y verificables, lo cual afecta a casi dos tercios de los gestores de activos a la hora de implementar el Reglamento sobre la divulgación de información relativa a las finanzas sostenibles (SFDR) de la UE. Además, los altos costos y la falta de personal capacitado para recopilar y analizar los datos ESG representan otro importante desafío para estos profesionales.
Por otro lado, los inversores minoristas también enfrentan dificultades debido a la complejidad y el volumen de la información sobre sostenibilidad, lo que a menudo les genera confusión a la hora de tomar decisiones de inversión. De hecho, casi la mitad de los encuestados considera que los requisitos de divulgación de los artículos 8 y 9 del SFDR son «demasiado complejos» y dificultan que los inversores minoristas entiendan plenamente el impacto en sostenibilidad de los fondos.
Asimismo, los participantes en el estudio señalaron la falta de definiciones claras en el marco regulatorio europeo, lo que dificulta la comparación de los productos ESG, ya que las divulgaciones requeridas no están estandarizadas y no son comparables entre jurisdicciones. Además, el Reglamento de la Taxonomía de la UE ha alcanzado un «excesivo grado de desarrollo«, lo que ha resultado en una mayor complejidad de la información y confusión entre los inversores y las partes interesadas.
Recomendaciones para Mejorar el Marco Regulatorio ESG
Ante estos desafíos, el CFA Institute ha propuesto una serie de recomendaciones al regulador para mejorar la implementación del marco regulatorio ESG en la UE. Entre ellas, destaca la necesidad de proporcionar una terminología ESG clara y coherente en toda la legislación sobre finanzas sostenibles, así como desarrollar una normativa más adaptada y alineada con las necesidades de los participantes en el mercado financiero.
Además, el estudio subraya la importancia de abordar el desafío de los datos ESG no confiables y los costos asociados a su recopilación, así como la formación del personal para su correcto análisis. Asimismo, se reclama una mayor claridad en torno a la categorización de fondos bajo los artículos 8 y 9 del SFDR, con el fin de reducir la complejidad y mitigar los riesgos de ‘greenwashing’.
Finalmente, el CFA Institute ha solicitado que se aborde la cuestión de las calificaciones ESG y las metodologías divergentes utilizadas por los proveedores, con el objetivo de lograr una mayor estandarización y comparabilidad de la información para los inversores.
En resumen, el marco regulatorio ESG de la UE ha contribuido a impulsar la inversión sostenible, pero aún enfrenta desafíos significativos que requieren de una mayor claridad y mejoras en su implementación. Las recomendaciones planteadas por el CFA Institute buscan abordar estos retos y posicionar a la UE como un líder global en finanzas sostenibles.