Un holandés se ha llevado el susto de su vida mientras trabaja el miércoles en el jardín de su casa de Venlo, en los Países Bajos, tras encontrar un artefacto explosivo de la Segunda Guerra Mundial que comenzó a emitir un silbido al ser desenterrado.
El hombre se abalanzó sobre el proyectil de manera heroica y en previsión de minimizar los posibles daños. Sobre él permaneció al menos durante tres horas. Tumbado en el suelo, logró coger su teléfono móvil y avisar a la Policía, tal y como informó la portavoz de los servicios de seguridad, Veronique Klaassen, en declaraciones recogidas por la ‘BBC‘.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias dotaciones de policías, bomberos y una unidad de artificieros, quienes determinaron que el explosivo no suponía un riesgo, aunque el resto de vecinos, unos 100, fueron desalojados de sus casas como medida preventiva.
Klaassen aseguró que se desconoce cómo pudo producirse el silbido de la bomba y desaprobó la manera de actuar del hombre. «Es estrictamente desaconsejable tumbarse sobre una bomba. Lo mejor que puede hacer si se encuentra con un artefacto explosivo es mantener la distancia y llamar a la policía», aseguró.