La Unión Europea (UE) se enfrenta a una tarea crucial en las próximas semanas: la definición del presupuesto de la UE para el año 2025. En una reunión celebrada este miércoles, los embajadores de los Veintisiete han acordado una posición conjunta que refleja un enfoque prudente y realista ante este desafío presupuestario.
La propuesta de presupuesto para 2025 asciende a 191.530 millones de euros en compromisos y 146.210 millones en pagos, una cifra que deberá ser negociada con el Parlamento Europeo en los próximos meses. Esta negociación será liderada por la presidencia húngara, que tiene como objetivo alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto anual antes de la fecha límite legal del 18 de noviembre.
La Solidaridad con Ucrania y la Respuesta a Crisis, Prioridades Clave
El Consejo de la UE ha dejado claro que el presupuesto de 2025 debe seguir mostrando la solidaridad de la UE con el pueblo de Ucrania y permitir a la Unión responder eficazmente a las crisis que puedan surgir. Esta es una prioridad clave para los Veintisiete, que reconocen la importancia de mantener un apoyo firme a Ucrania y estar preparados para hacer frente a posibles desafíos futuros.
Además, el Consejo subraya que el presupuesto del próximo año debe ser realista y acorde con las necesidades reales de la UE. Esto implica garantizar una presupuestación prudente y dejar márgenes suficientes dentro de los límites máximos del marco financiero plurianual (MFP) para poder hacer frente a circunstancias imprevistas y abordar los desafíos de la Unión.
Asegurar la Implementación de las Políticas y Programas de la UE
Uno de los puntos clave destacados por el Consejo es que las cuentas para 2025 deben proporcionar recursos suficientes para garantizar la implementación de las políticas y programas de la UE. Esto es fundamental para que la Unión pueda cumplir con sus compromisos y que los pagos se realicen a su debido tiempo.
En este sentido, los Veintisiete consideran que el presupuesto de 2025 debe ser realista y acorde con las necesidades reales, evitando cualquier tipo de sobrestimación o subestimación de los recursos necesarios. Esta prudencia presupuestaria es esencial para asegurar la estabilidad financiera de la UE y su capacidad para responder a los retos que puedan surgir a lo largo del próximo año.
En resumen, el Consejo de la UE ha adoptado una posición prudente y realista sobre el presupuesto de 2025, priorizando la solidaridad con Ucrania, la respuesta a crisis y la implementación efectiva de las políticas y programas de la Unión. Esta posición servirá como mandato para que la presidencia húngara negocie el presupuesto con el Parlamento Europeo en los próximos meses, con el objetivo de alcanzar un acuerdo final antes de la fecha límite legal.