El ahorro energético a través del uso adecuado de los electrodomésticos

El ahorro de gas natural y energía eléctrica se ha convertido en una prioridad para los ciudadanos de los diferentes países de la Unión Europea desde que en el año 2022 diera comienzo la crisis energética provocada por la escasez de gas natural a causa de los conflictos geopolíticos. Desde entonces los ciudadanos europeos se han visto obligados a implementar medidas estrictas de ahorro energético como el control de la temperatura de funcionamiento de aires acondicionados o hasta el racionamiento de agua caliente.

Si bien la crisis energética ha menguado desde sus máximos durante el año 2022, la escasez de energía sigue siendo una realidad y el regreso de la crisis energética una amenaza constante y por lo tanto la reducción del consumo de energía seguirá siendo una prioridad a corto y medio plazo en el continente. En los hogares, la forma más efectiva de reducir el consumo de energía es a través de un uso adecuado de los diferentes electrodomésticos y existen diferentes medidas de ahorro energético en función del tipo de aparato:

AHORRAR ENERGIA CON EL FRIGORIFICO

Para reducir al mínimo el consumo de energía eléctrica por parte del frigorífico, es aconsejable en primer lugar verificar que se cuenta con el frigorífico adecuado. Los frigoríficos con etiquetas energéticas A++ o A+++ consumen mucha menos energía que los modelos menos eficientes y aunque pueden ser más costosos inicialmente, el ahorro en las facturas de electricidad que permiten alcanzar a lo largo del tiempo compensa la abultada inversión inicial. Así mismo, seleccionar un frigorífico o congelador del tamaño adecuado para las necesidades del hogar es crucial. Un aparato demasiado grande consume más energía innecesariamente, mientras que uno demasiado pequeño puede no ser suficiente para almacenar todos los alimentos adecuadamente, desembocando en un uso ineficiente del refrigerador.

Una vez se ha verificado que se cuenta con el frigorífico adecuado, el siguiente paso es asegurarse de que el mismo ha sido instalado en una ubicación ideal, lo más lejos posible de fuentes de calor como hornos y radiadores o en lugares con luz solar directa, ya que esto obligaría al aparato a trabajar más para mantener una temperatura adecuada. Además, debe haber suficiente espacio alrededor del aparato para permitir una correcta circulación de aire.

Respecto al funcionamiento del frigorífico, es aconsejable hacerle mantenimiento  regularmente, descongelándolo y, en caso de que haya perdido eficiencia, verificar que no haya perdido gas refrigerante. Para esto lo mejor es contactar siempre con un SAT de la marca del frigorífico de la ciudad donde se viva. Por ejemplo, si el frigorífico es Balay y se vive en Valencia, lo aconsejable es contactar con un servicio de asistencia técnica Balay Valencia profesional y de garantías. La temperatura de funcionamiento del frigorífico debe de poder mantenerse entre 3°C y 5°C y la del congelador a -18°C para conservar los alimentos sin gastar energía innecesariamente. No es necesario ajustar la temperatura a valores más bajos, ya que esto aumenta el consumo de energía sin beneficios adicionales para la conservación de los alimentos.

Finalmente, asegurarse de mantener las puertas del frigorífico cerradas el mayor tiempo posible, ya que cada vez que se abre la puerta del frigorífico, el aire frío se escapa y el aparato necesita trabajar más para restablecer la temperatura interna. Para evitar esto, hoy en día hay frigoríficos de diseño avanzado que permiten inspeccionar el interior del frigorífico desde el exterior sin necesidad de abrir las puertas del mismo, a través de cámaras o puertas de cristal que iluminan el interior del frigorífico con solo un toque como las del sistema InstaView Door de LG.

AHORRAR ENERGIA CON LA LAVADORA

Para lavar la ropa en la lavadora gastando la menor cantidad de energía, hay que procurar evitar hacer la colada con cargas incompletas de la lavadora. Siempre que sea posible, es conveniente esperar a tener suficiente ropa para hacer una carga completa de la lavadora. Esto no solo optimiza el uso de la lavadora, sino que también reduce el número de veces que necesitas lavar ropa, ahorrando mucha energía a largo plazo. Del mismo modo, también es crucial no sobrecargar la lavadora, ya que una carga excesiva puede impedir un lavado efectivo, obligando a repetir el ciclo y consumiendo más energía. Es conveniente consultar el manual de la lavadora para conocer la capacidad máxima recomendada y asegurase de no excederla.

Por otro lado, utilizar la cantidad correcta de detergente es fundamental. Un exceso de detergente puede crear demasiada espuma, lo que puede hacer que la lavadora consuma más energía al tener que realizar enjuagues adicionales para eliminar el exceso de jabón. También, lavar la ropa con agua fría o a baja temperatura es una de las formas más efectivas de reducir el consumo de energía ya que calentar el agua representa la mayor parte del consumo energético de una lavadora. A menos que la ropa esté muy sucia, los detergentes actuales son eficaces incluso en agua fría. Para prendas con suciedad ligera o moderada, un ciclo de lavado en frío es suficiente.

Finalmente, siempre que sea posible, se debe aprovechar el secado al aire libre. Colgar la ropa en un tendedero no consume energía y es una forma efectiva de ahorrar electricidad.

AHORRAR ENERGIA CON EL LAVAVAJILLAS

Para reducir el consumo de energía al lavar los platos y vasos sucios con el lavavajillas, hay que asegurarse de utilizar el lavavajillas con cargas completas. Ponerlo en marcha cuando está medio lleno o con pocas piezas es un desperdicio de energía y agua. Por ello, es conveniente planificar siempre el lavado de platos y utensilios para que el lavavajillas esté completamente lleno antes de iniciar el ciclo.

Evitar el prelavado de los platos a mano antes de colocarlos en el lavavajillas también puede ahorrar agua y energía. Los lavavajillas modernos están diseñados para manejar restos de comida sin necesidad de enjuagar previamente. Simplemente hay que raspar los restos de comida más grandes antes de cargar los platos.

Finalmente, conectar el lavavajillas a una toma de agua caliente en lugar de fría puede reducir el tiempo y la energía que el aparato necesita para calentar el agua. Sin embargo, es necesario asegurarse de que el agua caliente no esté a una temperatura demasiado alta, ya que esto podría dañar los utensilios y el propio aparato.

En conclusión, el ahorro energético es todavía una prioridad en el continente europeo por la posibilidad del regreso de la crisis energética vivida a lo largo del año 2022, cuando se vieron precios estratosféricos en las facturas de la luz y el gas y existía la amenaza de cortes de luz prolongados y racionamiento de gas natural. El uso responsable y eficiente de los aparatos electrodomésticos por parte de los hogares es la mejor forma de reducir el consumo de energía y de esta forma ahorrar dinero a la vez que se garantiza la independencia energética de la región en una época de convulsiones geopolíticas.