La Junta de Andalucía reclama que se considere el escenario en el que se coreó «Gibraltar es español» durante la Eurocopa

La selección española de fútbol masculina ha logrado una victoria impresionante en la Eurocopa, desencadenando una celebración de alcance nacional. Sin embargo, este triunfo futbolístico se ha visto ensombrecido por la controversia generada por los cánticos de «Gibraltar español» entonados por algunos jugadores y aficionados durante las celebraciones. Este incidente ha puesto de manifiesto las tensiones políticas existentes entre España y Gibraltar, un territorio cuyo estatus sigue siendo motivo de disputa entre ambos países.

La Celebración y las Polémicas Declaraciones

El consejero-portavoz del Gobierno de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, ha solicitado que se «entienda el contexto» en el que se produjeron estos cánticos. Según Fernández-Pacheco, no presenció la celebración ni escuchó la declaración completa, por lo que pide que se valore la situación en su justa medida. En la misma línea, el Gobierno central ha optado por no sacar de contexto los gritos de «Gibraltar español», argumentando que deben enmarcarse en el marco de una «gran celebración» por la victoria en la Eurocopa.

Por su parte, el Gobierno de Gibraltar se ha manifestado «decepcionado» por las declaraciones de los jugadores y aficionados españoles, calificándolas de «rancias» y «enormemente ofensivas para los gibraltareños». Según el Ejecutivo que lidera Fabian Picardo, esta mezcla de «un gran éxito deportivo con declaraciones políticas discriminatorias» es totalmente innecesaria y contraria al principio de que «el deporte no debe utilizarse para promover ninguna ideología políticamente controvertida.

Las Implicaciones Políticas y las Negociaciones Pendientes

Esta polémica se produce en un contexto de negociaciones entre Bruselas y Londres sobre la futura relación de Gibraltar con la Unión Europea tras el Brexit. Después de más de dos años de conversaciones, aún no se ha materializado un acuerdo definitivo, si bien la llegada de los laboristas a Downing Street el pasado 4 de julio ha abierto nuevas expectativas, aunque por ahora no hay fecha para la reanudación de los contactos.

El Gobierno español ha insistido en que la política exterior de un país la establece el Gobierno de ese país, lo que sugiere que las declaraciones de los jugadores y aficionados no representan la posición oficial del Ejecutivo. No obstante, este incidente evidencia la persistencia de las tensiones políticas en torno a la soberanía de Gibraltar, un tema que sigue siendo una fuente de fricción entre España y el Reino Unido.

En este contexto, la victoria deportiva de la selección española se ha visto empañada por las polémicas declaraciones sobre Gibraltar, lo que refleja la dificultad de separar el deporte de la política en determinadas circunstancias. Será importante que ambos Gobiernos logren gestionar adecuadamente esta situación y eviten que la disputa por Gibraltar afecte negativamente a las relaciones bilaterales y a las delicadas negociaciones en curso.