La secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Marta Rovira, ha enfrentado un escándalo interno relacionado con presuntas irregularidades en las campañas de activismo del partido. En una contundente rueda de prensa, Rovira ha negado categóricamente que ERC tenga una «estructura B» para llevar a cabo estas iniciativas, y ha explicado que han encargado una auditoría interna para esclarecer los hechos.
Rovira ha reconocido que algunas de las campañas de activismo de ERC han traspasado los límites del Código de Conducta y el Código de Ética del partido, lo cual califica como un «error garrafal, lamentable y vergonzoso» que no puede volver a ocurrir. Según la secretaria general, estas campañas se realizan desde el ámbito de la dirección y el departamento de Comunicación, pero en ningún caso deben contravenir las normas internas de la organización.
Responsabilidad y Rendición de Cuentas
Marta Rovira ha asumido su responsabilidad como secretaria general, afirmando que le toca «poner la cara» tanto para las cosas que van bien como para aquellas que no se han hecho correctamente. Reconoce que ERC, en ocasiones, no ha actuado de manera apropiada y que se deben tomar medidas para evitar que estos hechos se repitan.
En este sentido, Rovira ha explicado que, además de la auditoría interna, la dirección del partido tiene la responsabilidad de garantizar que este tipo de situaciones no vuelvan a producirse «bajo ningún concepto». La intención de ERC es definirse por la forma en que responde democráticamente, de manera imparcial y objetiva, para establecer las condiciones y garantías necesarias para que estos errores no se repitan.
Transparencia en la Gestión y Comunicación
Rovira ha insistido en que ERC cumple con la Ley de Transparencia, y ha defendido que la facturación de los servicios contratados para las campañas de activismo está completamente justificada. No obstante, para disipar cualquier duda, han solicitado que se audite todo «de arriba a abajo otra vez».
La secretaria general ha reconocido que el departamento de Comunicación del partido no puede asumir todo el trabajo que conlleva la gestión de estas iniciativas, por lo que se contratan a terceros para la elaboración de «determinados productos». Sin embargo, Rovira ha enfatizado que ERC mantiene siempre la capacidad de dirección y control sobre estos procesos.
En resumen, la respuesta de Marta Rovira y ERC ante este escándalo interno se ha caracterizado por la transparencia, la asunción de responsabilidades y el compromiso de implementar medidas correctivas para evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir. La auditoría interna y el fortalecimiento de los mecanismos de control y supervisión serán fundamentales para recuperar la confianza y credibilidad de la organización.