El presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado, minimizó este lunes la “radicalidad” de Vox, que ha irrumpido en las elecciones autonómicas andaluzas con 12 escaños, y arremetió contra la “superioridad moral” de los partidos políticos de izquierda en España, especialmente cuando critican a la formación verde de Santiago Abascal tras haber hecho presidente del Gobierno a Pedro Sánchez con el apoyo de Bildu y los independentistas catalanes.
Así reaccionó Casado en rueda de prensa al ser preguntado sobre cómo puede estar dispuesto a arrebatar la Junta de Andalucía al PSOE cuando para ello necesita a una nueva formación política como Vox que pide suprimir la Ley contra la Violencia de Género, la Ley de Memoria Histórica y que critica la llegada de inmigrantes a España.
El líder de los populares contrapuso la “radicalidad” que se achaca a Vox con la de Podemos y subrayó que el primero “no ha gobernado en ningún sitio” todavía, mientras que el segundo sí con resultados conocidos por ejemplo en las ciudades de Madrid y Barcelona. En este sentido, acusó a Podemos de pedir que los terroristas de ETA salgan “de la cárcel” y de apoyar en Cataluña “a los que quieren romper España”.
“¿Qué va decir la izquierda sobre la radicalidad si están con el partido más radical que ha habido en toda la democracia española y la están homologando con los que habían quedado por encima?”, se preguntó en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP celebrada esta mañana para analizar el resultado de las elecciones.
Casado cargó contra el “cinismo de la izquierda en España que cree que tiene la superioridad moral para decidir qué es bueno y qué es malo y qué es radical porque “eso no se va tolerar”. En este contexto, cuestionó que Vox sea realmente un partido radical porque lo dicen quienes pactan con los que no censuran a ETA ni a los independentistas ni a dictadores como Nicolás Maduro o Daniel Ortega.
El presidente del PP advirtió al respecto al Partido Socialista de que, si sigue creando alarma social sobre la entrada de Vox en las instituciones, sólo va a conseguir “polarizar a la sociedad” y a la vez facilitará “que el PP se vea como la fuerza moderada y centrista dentro del espectro liberal y conservador”, como cree que sucedió entre 2015 y 2016 cuando tuvieron que repetirse las elecciones generales y Mariano Rajoy mejoró su resultado.
MOVIMIENTO TRANSVERSAL
Casado negó, además, que el votante de Vox proceda del centro derecha en exclusiva e incluso que sean descontentos con el Partido Popular. Indicó que es “un movimiento transversal” similar al que ha pasado “en otros países” de Europa. En concreto, apuntó que en Andalucía no sólo ha recibido votos procedentes del PP, sino también del PSOE, de Ciudadanos, de la abstención y un poco “menos” de Podemos.
Al líder del PP no le importó tener que pactar con Vox para arrebatar la Junta de Andalucía al PSOE después de casi cuatro décadas de gobierno socialista, ya que considera que él puede posicionarse así ante la mayoría de los españoles como la “fuerza moderada centrista dentro del espectro liberal y conservador”.
Dejó claro que, a la hora de negociar con Vox, está dispuesto a hablar de todo siempre que no quebrante los principios del PP y, sobre la exigencia de Santi Abascal de suprimir las comunidades autónomas, recalcó que “la Constitución española no se va a tocar”. Abrió la puerta a “reforzar las competencias en alguna cuestión” pero descartó una vuelta atrás en el modelo territorial.
“La supresión de las autonomías evidentemente es algo por lo que el PP no va a pasar”, enfatizó para mostrar su buena disposición a llegar a acuerdos “en la bajada de impuestos, en la defensa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y en la unidad nacional y la mejora de servicios sociales”.
Fuentes de la dirección nacional del PP explicaron posteriormente a Servimedia que en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional se puso de manifiesto una cierta preocupación porque el auge de Vox se produce “a pesar del discurso patanegra” en defensa de la unidad de España y de los principios tradicionales de su partido.
El equipo de Casado considera que la irrupción de Vox no es consecuencia del momento actual ni del discurso nacional del PP, sino que al contrario la contundencia del nuevo líder popular la ha frenado en parte. Creen que, en caso de seguir Mariano Rajoy al frente, Vox podría haber tenido un resultado aún mejor y la sangría populares habría sido más grande.
Finalmente, estima que ubicar a Vox como un partido de extrema derecha similar al nuevo nazismo de Alemania no es equiparable porque Alternativa para Alemania es heredera de las ideas de Adolf Hitler mientras que en España nunca ha existido nada remotamente parecido.