El Presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, está en España y las autoridades no han querido dejar nada al azar, ya que son muchos los intereses que están en juego, sobre todo, en materia comercial.
El motivo de la prohibición del disfraz radica en que el dulce ‘Winnie the Pooh’ se ha convertido en un arma arrojadiza de la resistencia democrática china contra el Presidente y lo utilizan para burlarse de él por su parecido.
Fue en 2013, con motivo de la primera visita de Estado de Xi Jinping a Washington, donde se reunión con el entonces presidente Barack Obama, cuando se le parodió con el personaje. Desde entonces, la mofa ha continuado y Winnie the Pooh es objeto de la mayor censura.
Más allá del disfraz, en China la última película del osito ‘Christopher Robin: un encuentro inolvidable’ no llegará a los cines. El Gobierno no ha dado las razones, pero no estará entre las 34 cintas extranjeras que se proyectan al año en el gigante asiático.