Los hechos ocurrieron el pasado verano en Castilla y León, cuando un niño de cuatro años fue capaz de avisar al 112 de que su madre estaba mala, dio la dirección de su casa y acercó el teléfono a su madre para que pudiera contar lo que le ocurría. Todo un éxito.
Lucas Álvarez Toribio, que así es como se llama el niño, ha sido reconocido ahora por semejante gesto. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le ha condecorado con la medalla de oro con distintivo rojo al Mérito de Protección Civil 2018.