Las tortitas de maíz que se venden en Mercadona y otros supermercados hacen parte de la lista de alimentos cómodos y rápidos para ingerir desde cualquier lugar. Es por esto que muchas personas las compran para su diario vivir, teniendo en la cabeza la idea de que son bastante saludables, además de prácticas. No obstante, y de acuerdo a una experta en nutrición, debemos tener mucho cuidado con la manera en que llegamos a consumirlas.
Para muchas personas, las tortitas de maíz son un alimento imprescindible, sobre todo si solemos desplazarnos mucho de casa a la oficina o a cualquier otro lado a lo largo de nuestras jornadas laborales. Y es que, según varias personas expertas, tener una buena alimentación es la base de una vida saludable. Por lo tanto, recomiendan escoger solamente aquellos productos que nos brindan buenos nutrientes para encarar cada día.
La periodista y creadora de contenidos María Pérez Espín, contó su experiencia y diferentes detalles importantes sobre las tortitas de maíz o arroz en el Podcast de salud ‘Con jengibre y limón. «Este producto es bastante típico, yo solía llevarlo a todas partes cuando salía afuera a merendar o cuando me iba para el trabajo», asegura.
1¿Cómo consumir las tortitas de maíz?
De acuerdo con la periodista, el mayor error que puedes cometer con las tortitas de maíz es comértelas solas. «Si a ese producto no le pones algo de de proteína o de grasa te van a pasar dos cosas, la primera es que no vas a poder parar de comerlas, lo que no termina siendo tan bueno. Y en segundo, cuando llega la cena, vas a querer comerte una vaca», afirma.
Por esto mismo, la recomendación es que estas tortitas de arroz «vayan acompañadas con un huevo, pavo, aguacate untado, crema de cacahuate, entre otros». Ella asegura que «esto tiene un mayor nivel calórico, pero hace que no tengas un hambre voraz a las dos horas».
Esta interesante teoría también es aprobada por la nutricionista Sandra Moñino, quien asegura que les recomienda a sus pacientes desayunar con una tostada con aceite, tomate, aguacate o queso fresco, para que así no se atranquen luego con las otras comidas importantes del día.