El mundo del arte se engalana con esculturas por todo el mundo, como el David de Miguel Ángel o la Estatua de la Libertad, que sin duda cautivan la atención y la admiración de todos; sin embargo, más allá de estas esculturas reconocidas, existe un universo de esculturas menos conocidas que guardan un encanto singular y una belleza sorprendente, esperando ser descubiertas por aquellos con espíritu aventurero.
En este artículo, te invitamos a embarcarte en un viaje virtual a través de algunas de las esculturas más singulares y fascinantes del planeta; un recorrido que te llevará desde las profundidades del mar, donde reposa un Cristo sumergido, hasta las calles de una ciudad, donde un gato despreocupado observa el mundo con indiferencia.
1El Coloso de los Apeninos: Una de las mejores esculturas del mundo que es un titán de piedra que domina el paisaje toscano
En las onduladas colinas de la Toscana, a unos 30 kilómetros al norte de Florencia, se encuentra una obra maestra de la escultura que ha cautivado a la imaginación durante siglos: el Coloso de los Apeninos; esta imponente estatua de piedra, con una altura de casi 14 metros (45 pies), fue creada por el escultor flamenco Giambologna en 1579 y se ha convertido en un símbolo icónico de la región.
Encargada por Francesco de Medici, el Gran Duque de Toscana, la escultura representa a un gigante barbudo recostado sobre una roca, con una expresión serena y contemplativa, se dice que simboliza la fuerza y la majestuosidad de los Apeninos, la cadena montañosa que recorre la península italiana.
La ubicación del Coloso no es casual. La estatua se encuentra en la Villa Demidoff, una finca perteneciente a la familia Medici, que en su época era un popular lugar de retiro y ocio; Francesco de Medici, un apasionado de la naturaleza y la caza, disfrutaba pescando en un estanque ubicado justo enfrente del Coloso.
Pero la siguiente que te enseñamos es mucho más impresionante.