Sordo dispuesto a pactar la confirmación de la reducción de la jornada laboral si la CEOE negocia

La reducción de la jornada laboral se ha convertido en un tema candente en la agenda política y social de España. Tras décadas sin cambios en la legislación, ahora se plantea la posibilidad de implementar una medida que podría tener un impacto significativo en la vida de los trabajadores y en el desempeño de las empresas. Como periodista con un alto nivel de habla y escritura en español, y con amplios conocimientos sobre el ámbito empresarial, me propongo analizar en profundidad este debate y sus implicaciones.

LA PERSPECTIVA SINDICAL: UNA APUESTA POR EL BIENESTAR DE LOS TRABAJADORES

El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, se ha mostrado optimista en cuanto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre el Gobierno de España y los agentes sociales para reducir la jornada laboral. Sordo ha trasladado a la CEOE que, en la medida en que manifiesten de forma explícita su disposición a negociar, los sindicatos estarán abiertos a discutir aspectos colaterales, como la fecha de entrada en vigor de la norma o el modelo de control horario.

El dirigente sindical ha sugerido que, en este tipo de negociaciones, «cuanto menos ruido y declaraciones esperpénticas se hagan, mejor». Ha defendido que «España puede reducir la jornada de trabajo y es algo deseable en términos sociales, pero también económicos«. Sordo ha recordado que en este país no se ha reducido el tiempo de trabajo por ley desde el año 1983, pero sí se ha hecho a través de convenios, y considera que «es el momento de que haya un cambio legislativo que permita a los trabajadores más precarizados contar con jornadas laborales más amables».

LOS ARGUMENTOS EMPRESARIALES: PRODUCTIVIDAD Y COMPETITIVIDAD

Ante las declaraciones del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien comparaba la propuesta sobre la mesa con «regalar doce días de vacaciones pagadas al año», Unai Sordo ha señalado que este tipo de comentarios no contribuyen a un diálogo constructivo. El secretario general de Comisiones Obreras ha esgrimido que, con la reducción de la jornada laboral y las subidas salariales, «se favorece a las empresas que se hacen productivas por la vía de invertir en digitalización y en estabilidad del empleo y se desincentiva a las que se hacen rentables por la vía de la pura explotación, y eso, a largo plazo, mejora la productividad del país«.

Sordo también ha descartado que la medida pueda afectar negativamente a la competitividad de las empresas, argumentando que, en general, las compañías que exportan ya se encuentran por debajo de las 37,5 horas semanales. Según el dirigente sindical, son otros sectores como el comercio, el campo o el trabajo domiciliario los que tienen jornadas demasiado largas.

EL ROL DEL GOBIERNO: LIDERAR EL CAMBIO

Unai Sordo ha tendido la mano a la patronal para abordar la reducción del tiempo de trabajo, pero también le ha pedido al Gobierno de España que «no flaquee» si no es posible un acuerdo tripartito que aglutine a los agentes sociales. El secretario general de Comisiones Obreras considera que es momento de que haya un cambio legislativo que permita a los trabajadores más precarizados contar con jornadas laborales más amables.

La reducción de la jornada laboral se perfila como una medida con el potencial de generar beneficios tanto para los trabajadores como para las empresas y la economía en su conjunto. Aunque las posturas entre sindicatos y patronal puedan diferir, el Gobierno de España tiene la oportunidad de liderar un proceso de transformación que equilibre los intereses de todas las partes y promueva una mayor productividad, competitividad y bienestar en el mercado laboral español.