El estrés en niños y adolescentes es una respuesta normal ante cambios y desafíos. Aunque solemos asociar el estrés con experiencias negativas, también puede ser causado por eventos positivos, como unas vacaciones o una graduación. Detectar el estrés infantil y saber cómo ayudar a nuestros hijos o nietos es esencial para su bienestar. A continuación, te presentamos algunos consejos para reconocer el estrés y estrategias para apoyarlos. Recuerda que proporcionar un entorno de apoyo y enseñarles a gestionar sus emociones puede marcar una gran diferencia.
1Señales de estrés infantil
Esta enfermedad puede manifestarse de diversas formas según la edad del niño. En niños pequeños (0-3 años), es común ver una mayor necesidad de estar cerca de los cuidadores, regresión del comportamiento y cambios en los hábitos alimenticios o del sueño. Niños en edad preescolar (4-6 años) pueden mostrar irritabilidad, dificultad para concentrarse y una pérdida de interés por el juego.
En niños mayores (7-12 años), esta enfermedad puede presentarse como retraimiento, temores exacerbados y síntomas físicos como dolores de cabeza. Los adolescentes (13-17 años) pueden experimentar tristeza intensa, comportamiento autodestructivo y una mayor asunción de riesgos. Si notas estas señales persistentes, es importante buscar apoyo especializado.