Aunque los coches híbridos (tanto convencionales como enchufables) prometen menores emisiones, la realidad nos dice otra cosa. Es lo que ha explicado el nuevo informe de la Comisión Europea, donde se mantiene que estos coches no son tan ecológicos como parecen.
Desde su llegada al mercado, este tipo de vehículos se han presentado como una solución para aquellos interesados en reducir su huella de carbono sin sacrificar la comodidad de un coche de combustión. Estos son coches de combustión que están equipados con una batería que les permite recorrer decenas de kilómetros utilizando solo energía eléctrica.
LOS COCHES HÍBRIDOS YA NO SON UNA SOLUCIÓN PARA REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO
Los vehículos híbridos son una variación de los eléctricos y los tradicionales, de manera que sus emisiones de gases contaminantes a la atmósfera quedan reducidas.
Pero, ¿hasta qué punto se reducen dichas emisiones? Y es que existen otros aspectos de estos vehículos que influyen en una reducción de la contaminación, ya que algunos de sus materiales son también menos contaminantes.
No obstante, en los últimos tiempos se ha hecho ver que el coche híbrido no estaría tan bien postulado como presume, por más que estos porten la etiqueta medioambiental azul de cero emisiones, la azul (en los enchufables y que estos posean una autonomía superior a los 40 kilómetros).
LOS HÍBRIDOS NO CUMPLEN LA CONTAMINACIÓN QUE PROMETEN
Este tipo de tecnología, por su parte, combina las ventajas de un modelo de gasolina y uno eléctrico de forma que puede circular por ciudad sin contaminar y cuando se le agota la batería pasa a la modalidad híbrida para recorrer largas distancias
En ese sentido, este tipo de vehículos se han asentado en los catálogos de los concesionarios con marcas apuestan fuerte por esta opción, arropada bajo un marketing verde muy potente en tiempos de emergencia climática.
En su lucha contra el CO2, Europa se ha puesto dos fechas. En 2035 quieren que la industria no venda ningún coche con motor de combustión que no sea neutro en CO2. Esto deja la puerta abierta a vehículos que funcionen quemando hidrógeno o combustibles sintéticos pero está empujando a los fabricantes a adoptar el coche eléctrico.
LOS MODELOS PHEV, LOS QUE MÁS MIENTEN
La sorpresa viene de las discrepancias encontradas en los modelos híbridos enchufables, o PHEV. De los 617.194 vehículos finalmente utilizados para este estudio, la muestra incluía un 44,5% de gasolina, un 35,5% de diésel y un 20% de PHEV, repartidos estos últimos entre un 80% de gasolina y un 20% de diésel (sólo de las marcas Mercedes y Volvo en el caso de los PHEV diésel). Y en estos coches enchufables, las diferencias son enormes.
De ello, se muestra que los coches híbridos enchufables consumen 3,5 veces más de combustible del que deberían y, en consecuencia, contaminan más de lo que deberían. «Lo que confirma que actualmente estos vehículos no están aprovechando su potencial, en gran parte porque no se cargan ni se conducen de forma totalmente eléctrica con tanta frecuencia como se suponía», explican desde la Comisión Europea.
La conclusión es clara: ese tipo de coches híbridos contaminan más de lo que deberían (y de lo que prometen). tanto, hasta el punto de que casi no se cumple ninguna de las bondades prometidas. Ni siquiera la de las subvenciones, que hasta que se hacen efectivas (en el caso de que se haya conseguido superar la barrera burocrática y administrativa), pueden llegar a pasar dos años.