Comer jamón serrano es una de las costumbres más deliciosas que hay en España. El jamón, exquisito casi siempre, podemos comerlo solo, o en un bocadillo o inclusive en los tradicionales huevos rotos. También son la base de algunas de las tapas que se sirven en las diferentes ciudades del país y que cautivan a locales y también a turistas que llegan de diferentes partes del mundo.
Sin embargo, no todo el jamón serrano que consumes es saludable. De acuerdo con el creador de contenidos Fitness With Pablo, la mayoría de los embutidos que te venden en los supermercados no son buenos para tu organismo, porque contienen muchos aditivos y conservantes, lo que a largo plazo podría resultar bastante perjudicial.
En un video viral, el influencer está en medio de los pasillos de Mercadona analizando cuál es el paquete de jamón serrano que más te conviene consumir, pero parece que todos los intentos son fallidos, ante la gran cantidad de conservantes de los productos que encuentra.
Hasta que al final, el creador de contenidos encuentra un paquete de la marca Costa Brava, que al parecer solamente tiene algo de sal y nada más. Su precio es de 2.30 euros. «Este empaque está muy bueno y no es tan costoso», afirmó.
1¿Por qué el jamón serrano es mejor sin conservantes?
Comer jamón serrano sin conservantes ofrece varios beneficios importantes que abarcan aspectos de salud, sabor, calidad y sostenibilidad. Uno de ellos es un menor riesgo de contraer enfermedades. Los conservantes como nitratos y nitritos, utilizados para preservar la carne y mantener su color, han sido asociados con problemas de salud a largo plazo. Estudios han vinculado el consumo excesivo de estos conservantes con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, especialmente cáncer colorrectal, y afecciones cardíacas.
Además, el proceso tradicional de curado del jamón serrano sin conservantes permite que los sabores naturales de la carne se desarrollen plenamente, resultando en un sabor más rico y auténtico. Este proceso puede mejorar significativamente la experiencia culinaria, ya que no está enmascarado por sabores artificiales que los conservantes pueden impartir.
La ausencia de conservantes también puede contribuir a una mejor textura y aroma del jamón, atributos que son altamente valorados por los conocedores y amantes de este producto tradicional de la gastronomía española.
