La Campaña por el Cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs NO) denunció este lunes que un interno portador de VIH y enfermo de hepatitis C está privado de libertad en el CIE de Zapadores (Valencia) y que se enfrenta a una orden de expulsión a Rusia.
En un comunicado, CIEs NO exigió al delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, la puesta en libertad inmediata del interno y la revocación de la orden de expulsión por motivos humanitarios.
Hoy estamos exigiendo al Delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana Juan Carlos Fulgencio la liberación y no deportación de Roman.
Está encerrado en el CIE de Zapadores (València) tiene VIH y su deportación supondría un grave riesgo para su salud
#RomanSeQueda
#CIEsNO pic.twitter.com/o5O43asntu— CIEs NO (València) (@CIEsNO) 12 de noviembre de 2018
Explicó que el hombre, que además es drogodependiente, fue interceptado en Castellón cuando se dirigía al centro de intervención de baja exigencia donde reside desde hace dos años debido a su delicada situación personal y de salud.
Además, prosiguió, se le ha denegado la protección internacional que solicitó, con lo que podría ser expulsado a Rusia en cuestión de días. Para la ONG, «esto supone un gravísimo riesgo para su salud, al tener que interrumpir bruscamente su tratamiento médico». CIEs NO recordó que los últimos datos de ONU Sida indican que solo el 35% de las personas con VIH acceden a tratamientos anti-retrovirales en Rusia.
Según la portavoz de CIES NO, Cristina Martínez Ferrando, es “inhumano” que encierren y deporten a una persona enferma que está perfectamente integrada en el centro de acogida donde reside, donde participa en talleres formativos y donde tiene un estricto seguimiento médico. “Su internamiento supone un acto de extrema crueldad, pues es una persona especialmente vulnerable que estaba siguiendo un programa de intervención psicosocial, que su estancia en el CIE ha interrumpido de forma drástica”, indicó.
Agregó que “las condiciones higiénicas de Zapadores son lamentables para todos los internos», pero mucho más para quienes además sufren una enfermedad.
«Por la noche, los internos no tienen más remedio que orinar en botellas de plástico, delante del resto de sus compañeros, ya que cierran las celdas hasta el día siguiente», explicó.
Desde 2010, la Campaña por el Cierre de los CIE denuncia el encierro de personas con graves enfermedades, como el VIH y la hepatitis C, y graves deficiencias en la atención médica.
Asimismo, recordó «el caso de la congoleña Samba Martine, que falleció en el CIE de Aluche (Madrid) por no recibir el tratamiento adecuado para una persona enferma de sida, y que sólo el día que murió fue trasladada a un hospital.