Manos Unidas, una organización no gubernamental con experiencia en intervenciones humanitarias, ha lanzado una campaña de emergencia en respuesta a las recientes inundaciones que han golpeado a Kenia en los meses de abril y mayo. Estas inundaciones han causado estragos en varias regiones del país, generando escasez de alimentos y aumentando el riesgo de enfermedades relacionadas con el agua, como el cólera. En este contexto, la iniciativa de Manos Unidas busca brindar asistencia inmediata a las comunidades afectadas, proporcionando alimentos básicos y promoviendo medidas higiénicas para prevenir la propagación de enfermedades.
Las acciones de la campaña de emergencia
La campaña de Manos Unidas se enfocará en las poblaciones de Nakuru, Makueni, Momasa y Kwale, donde se distribuirán paquetes de alimentos «contra el hambre» de forma mensual durante tres meses consecutivos. Estos paquetes contendrán una variedad de productos esenciales, como maíz, judías, arroz, leche, aceite y sal, destinados a satisfacer las necesidades básicas de las familias afectadas por la crisis. En total, se espera beneficiar a 1.500 familias a través de esta intervención humanitaria, con el objetivo de recaudar fondos por un total de 69.400 euros para financiar las operaciones en el terreno.
El impacto de la crisis climática en Kenia
La ONG Manos Unidas advierte sobre el creciente impacto de la crisis climática en la frecuencia e intensidad de desastres naturales relacionados con el agua, como las inundaciones que han azotado a Kenia. Estas emergencias representan una seria amenaza para las comunidades vulnerables, que carecen de recursos para hacer frente a las consecuencias devastadoras de eventos climáticos extremos. En este sentido, las inundaciones no solo dificultan el acceso al agua potable y a servicios de saneamiento, sino que también agravan la situación de personas ya en riesgo de exclusión social y vulnerabilidad.
Los desafíos y consecuencias de las inundaciones en Kenia
Las inundaciones en Kenia han tenido un impacto devastador en la población, con más de 400.000 personas afectadas por las lluvias torrenciales que han provocado la muerte de cientos de personas, la pérdida de ganado, daños en áreas de cultivo y en infraestructuras clave como escuelas y centros de salud. Esta situación ha dejado a un gran número de familias sin hogar, expuestas a la hambruna y a enfermedades potencialmente mortales, como el cólera, debido a la contaminación del agua. Goril Meisingset, coordinadora de proyectos de África Este de Manos Unidas, resalta la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta humanitaria efectiva para mitigar los impactos negativos de las inundaciones en Kenia.