El avión presidencial que iba a utilizar el pasado martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para trasladarse a Valencia para asistir al Congreso Nacional de Empresa Familiar, tuvo un fallo en el despegue y no pudo volar.
Según publica ‘La información’, la tripulación decidió abortar tras percatarse de que el avión sufría una avería, y tuvo que «regresar a la dársena».
La aeronave era un Dassault Falcon 900 del Grupo 45 de la Fuerza Aérea Española que cuenta con 30 años de antigüedad, que le esperaba en la base aérea de Torrejón (Madrid). Tras la avería, el gabinete presidencial cambió de avión y cogió un segundo Falcón que estaba disponible.
Fuentes del Gobierno que cita el diario digital aseguran que «la avería detectada hacía desaconsejable la maniobra. Del mismo modo, minimizan su importancia al asegurar que «fue una avería leve y que en ningún momento se puso en riesgo la vida del presidente del Gobierno ni del equipo que le acompañaba».
Las mismas fuentes concluyen que «son aviones que no se renuevan y ningún Gobierno se va a atrever a acometer una inversión de este tipo por lo impopular que es.