Con la llegada del verano, parece inevitable exponerse a los peligros de los rayos del sol, pero es esencial hacerlo de manera segura para proteger nuestra piel de sus efectos nocivos. Aquí te presentamos siete consejos clave que te ayudarán a disfrutar del verano sin comprometer tu salud dermatológica. Evita la exposición solar en las horas centrales del día para evitar los rayos UV más intensos. Usa protección solar incluso en días nublados, ya que los rayos UV pueden atravesar las nubes. Busca la sombra cuando el sol está más intenso y usa sombreros de ala ancha para proteger rostro, oídos y cuello.
No olvides unas gafas de sol con protección UV adecuada para prevenir daños oculares. Elige ropa ligera pero de tejido tupido para proteger la piel del sol. Aplica protector solar de amplio espectro y reaplícalo cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar. Finalmente, considera la fotoprotección oral como complemento a la tópica para una defensa más completa contra los rayos solares.
1Protección durante las horas más intensas, de esta manera evitamos ponernos en peligro y nos protegemos del sol
Evita exponerte al sol directamente entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, ya que durante este período los rayos UV alcanzan su máxima intensidad. Estos rayos pueden penetrar fácilmente en la piel y causar daños, por lo que es crucial buscar la sombra siempre que sea posible. Además, considera usar accesorios como sombreros de ala ancha, que proporcionan una barrera física adicional contra la radiación solar directa, protegiendo especialmente tu rostro, que es una zona sensible.
