La Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged), que representa a importantes empresas del sector como El Corte Inglés o Carrefour, ha valorado de manera positiva la decisión del Gobierno de suprimir el IVA del aceite de oliva. Esta medida, que entrará en vigor a partir del 1 de julio, busca posicionar al aceite de oliva como un alimento de primera necesidad, junto a otros productos básicos como el pan, los huevos, la fruta y las verduras.
Desde la patronal, se subraya la importancia de contar con un marco fiscal estable y previsible, que no esté sujeto a cambios permanentes o negociaciones políticas de última hora. Esto, sin duda, contribuirá a impulsar la competitividad de las empresas, evitando la fragmentación del mercado único y fomentando la inversión en el sector.
La Importancia de un Marco Fiscal Estable y Previsible
Anged ha recalcado que el marco fiscal adecuado es fundamental para que las empresas puedan desarrollar sus actividades de manera eficiente y mantener su competitividad en el mercado. La estabilidad y previsibilidad de las políticas tributarias son clave para incentivar la inversión y evitar la fragmentación del mercado único, lo cual beneficia tanto a las empresas como a los consumidores.
Además, la bajada del IVA en el aceite de oliva representa un impulso importante para la industria alimentaria española, que se enfrenta a diversos retos, como la inflación y la incertidumbre económica. Esta medida, junto con el reconocimiento del aceite de oliva como alimento de primera necesidad, puede contribuir a mejorar la competitividad del sector y apoyar a las empresas en su crecimiento y desarrollo.
El Papel de las Grandes Empresas de Distribución
Las grandes empresas de distribución, representadas por Anged, desempeñan un papel fundamental en la comercialización y distribución de productos de primera necesidad, como el aceite de oliva. Estas compañías cuentan con una amplia red de establecimientos y canales de venta que permiten llevar estos productos a los consumidores de manera eficiente y accesible.
Además, las grandes empresas de distribución suelen tener un mayor poder de negociación con los proveedores, lo que les permite obtener mejores condiciones y precios más competitivos para los consumidores. Esto, sumado a la bajada del IVA, puede beneficiar directamente a los hogares españoles al reducir el coste del aceite de oliva, un producto fundamental en la dieta mediterránea.
En resumen, la supresión del IVA en el aceite de oliva es una medida positiva que favorece a las empresas del sector y a los consumidores finales. Contar con un marco fiscal estable y previsible es crucial para impulsar la competitividad y fomentar la inversión en la industria alimentaria española, lo que a su vez contribuye a mejorar la oferta y accesibilidad de productos básicos como el aceite de oliva.