El verano de 2024 se perfila como un período climático sumamente relevante en España. Según los expertos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se espera que las temperaturas sean más elevadas de lo normal en gran parte del país, con una probabilidad superior al 50% en el tercio norte peninsular y las islas Canarias orientales. Además, las precipitaciones podrían ser más escasas de lo habitual durante esta estación.
Este artículo brindará un análisis exhaustivo de las previsiones estacionales para el verano 2024, así como un repaso detallado de la reciente primavera en España. Exploraremos los patrones climáticos esperados, las variaciones regionales y las implicaciones que estos cambios pueden tener para los diferentes sectores de la sociedad y la economía.
Temperaturas Elevadas y Déficit de Lluvias en el Verano 2024
Pronóstico de un Verano Más Cálido de lo Normal
Las proyecciones de AEMET indican que existe una alta probabilidad de que el verano 2024 se sitúe entre los 20% más cálidos registrados en el tercio norte peninsular y las islas Canarias orientales. Concretamente, hay entre un 50 y un 70% de posibilidades de que así sea. En el resto de España, esta probabilidad es menor, pero aún así significativa.
Además, se espera que esta tendencia de mayor calor se extienda más allá de nuestras fronteras, con una probabilidad superior al 70% de que el próximo trimestre esté entre el 20% de veranos más cálidos en buena parte también de los países del sur de Europa y del norte de África.
Déficit de Precipitaciones Esperado
Por otro lado, las lluvias durante el verano podrían ser inferiores a lo normal, sobre todo en el norte y en puntos del interior de la Península. Si bien el portavoz de AEMET ha pedido «cautela» en esta predicción en comparación con la de la temperatura, que parece más clara, esta posibilidad de un déficit de precipitaciones representa una preocupación adicional.
La combinación de temperaturas más elevadas y menor cantidad de lluvias tendrá importantes implicaciones a nivel social, económico y ambiental. Sectores como la agricultura, la generación de energía y el turismo deberán estar atentos a estos pronósticos y prepararse adecuadamente para afrontar los posibles desafíos que puedan presentarse.
La Tendencia de Primaveras Cada Vez Más Cálidas
Primavera 2024: La Más Cálida desde 1961
Según los datos de AEMET, la primavera de 2024 ha sido la más cálida desde el inicio de la serie de mediciones en 1961 y la octava más cálida desde 2006. Esto evidencia una clara tendencia de calentamiento en el clima de España, con primaveras cada vez más cálidas acumulándose en los últimos 18 años.
En concreto, la temperatura media del trimestre en la España peninsular y Baleares fue de 13,1°C, lo que supone 0,7°C más que el promedio del período de referencia 1991-2020. Por zonas, la primavera tuvo un carácter muy cálido en la mayor parte de las regiones mediterráneas, y entre cálido y normal en el resto de la España peninsular, con algunas excepciones frías en el interior de Galicia y el noroeste de Castilla y León.
Variaciones Regionales y Mensuales
Mientras que Baleares registró una media de 15,8°C (0,8°C más de lo habitual) y Canarias alcanzó los 18°C (1,3°C por encima de lo normal), la primavera también presentó notables diferencias en la distribución de las precipitaciones.
Algunas zonas como Galicia, Girona, gran parte de Andalucía y puntos de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Pirineos tuvieron una primavera extremadamente húmeda, mientras que la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Almería registraron condiciones de sequía. Por meses, marzo fue cálido, abril muy cálido y mayo normal, con episodios tanto de altas como de bajas temperaturas.
Continuidad de la Sequía de Larga Duración
Más allá de las variaciones estacionales, el portavoz de AEMET ha señalado que en buena parte de la Península continúa la sequía de larga duración, que tiene en cuenta las lluvias de los tres años anteriores. Si bien las cuencas que vierten al Atlántico han salido de la sequía meteorológica, las de la vertiente mediterránea, a excepción de la del Ebro, aún se encuentran en esta situación.
Esta persistencia de la sequía a largo plazo representa un desafío adicional para la gestión de los recursos hídricos y la planificación de las actividades económicas que dependen de ellos. Los sectores agrícola, energético y de abastecimiento de agua deberán estar preparados para hacer frente a esta realidad climática.
En conclusión, el verano de 2024 en España se perfila como un período con temperaturas más elevadas de lo normal y un probable déficit de precipitaciones, continuando la tendencia de primaveras cada vez más cálidas. Estas condiciones climáticas tendrán importantes implicaciones en diversos ámbitos, por lo que es fundamental que las autoridades, las empresas y la población en general se preparen adecuadamente para afrontar los desafíos que se avecinan.