La Comisión Europea ha emitido una advertencia a las autoridades españolas sobre su responsabilidad de garantizar las condiciones necesarias para evitar el deterioro del embalse de Portodemouros, una importante fuente de agua situada entre las provincias de A Coruña y Pontevedra. Este embalse abastecerá a la planta de fibras textiles que la empresa portuguesa Altri planea instalar en el municipio de Palas de Rei (Lugo).
Según la respuesta del comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, a una pregunta parlamentaria, las autoridades españolas deberán tomar medidas si se produce alguna desviación de lo previsto en los permisos otorgados. Esto se debe a que, según los informes de las autoridades españolas, el embalse «tiene un potencial ecológico inferior a bueno«.
La Financiación Pública Bajo Escrutinio
Altri espera obtener 250 millones de euros de financiación pública a través del programa del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de descarbonización industrial, ligado al plan de recuperación y resiliencia de España. Sin embargo, el comisario ha recordado que los criterios de selección deben garantizar el principio de «no causar un perjuicio significativo» y el cumplimiento de la legislación medioambiental de la UE, lo cual será evaluado oficialmente por la Comisión.
Preocupaciones Ambientales y Medidas Planificadas
Uno de los aspectos que ha generado más controversia es el consumo de agua que requiere la instalación. La compañía afirma que será «referente mundial» y utilizará 15 metros cúbicos de agua por tonelada, frente a la media del sector de 30 metros cúbicos por tonelada. Sin embargo, la empresa reconoce que el caudal del río Ulla tendrá una merma de entre el 1% y el 2% durante los meses de verano.
Para mitigar el impacto, Altri asegura que se respetarán los límites medioambientales, incluyendo una modificación de hasta tres grados en la temperatura del río Ulla. Además, el agua se devolverá al río depurada, por lo que «no va modificar su medio natural». La compañía también ha planeado una inversión de 80 millones para el tratamiento de aguas y vertidos, utilizando una técnica de filtración por membranas.
A pesar de estas medidas, el proyecto ha generado una fuerte oposición vecinal, con una manifestación que congregó a 20.000 personas en Palas de Rei, llegadas de toda Galicia. La Comisión Europea y las autoridades españolas deberán supervisar cuidadosamente el cumplimiento de los requisitos ambientales para garantizar la sostenibilidad del proyecto.