Freír alimentos puede ser una deliciosa pero a veces desafiante tarea culinaria. El aceite caliente a menudo salpica, causando no solo molestias sino también riesgos de quemaduras. Sin embargo, con algunos trucos simples y precauciones, puedes minimizar estas salpicaduras y disfrutar de frituras más limpias y seguras.
1Uso estratégico de la sal y la harina, para evitar que el aceite salte fuera del sartén
Una técnica efectiva para evitar que el líquido salte es añadir sal gruesa al fondo de la sartén antes de calentar el aceite. La sal absorbe la humedad de los alimentos y reduce las burbujas de vapor que causan las salpicaduras. Simplemente esparce una cucharada de sal en la sartén y luego vierte el aceite. Además, agregar un poco de harina al aceite (antes de que se caliente o incluso durante la fritura) también ayuda a absorber el agua residual de los alimentos, minimizando las salpicaduras.
