En los próximos años, el mercado petrolero mundial se encamina hacia una situación de exceso de capacidad de oferta de crudo que podría alcanzar niveles no vistos desde los confinamientos por la pandemia de Covid-19. Esta tendencia puede alterar la estrategia de control de precios de la OPEP+ y poner en dificultades a la industria estadounidense del esquisto por el desplome de los precios.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) anticipa que el crecimiento de la demanda mundial de crudo se desacelere a medida que avanzan las transiciones energéticas, mientras que la producción mundial aumentará, aliviando las tensiones del mercado e impulsando el exceso de capacidad «hacia niveles no vistos fuera de la crisis del Covid».
Factores que Impulsan el Exceso de Oferta
Si bien la fuerte demanda de las economías emergentes y en desarrollo de Asia, así como por parte de los sectores de aviación y petroquímicos, impulsará un mayor uso de petróleo en los próximos años, estos avances se verán cada vez más contrarrestados por diversos factores:
- Aumento de las ventas de automóviles eléctricos
- Mejoras en la eficiencia del combustible
- Menor uso de petróleo para la generación de electricidad en Oriente Próximo
- Cambios económicos estructurales
Como resultado, la AIE pronostica que la demanda mundial de petróleo se estabilizará cerca de 106 millones de barriles por día hacia finales de esta década, con una previsión de consumo mundial de 105,4 mb/d.
Impacto y Consecuencias del Exceso de Oferta
En paralelo, la AIE proyecta un aumento en la capacidad mundial de producción de petróleo, liderado por los Estados Unidos y otros productores americanos, que superará el ritmo de crecimiento de la demanda hasta 2030. Se espera que la capacidad de oferta total de crudo aumente hasta los 113,8 mb/d para 2030, lo que supondría «la asombrosa cifra de 8 mb/d por encima de la demanda mundial proyectada».
Según la AIE, estos niveles de capacidad excedente podrían tener consecuencias significativas para los mercados petroleros, incluyendo las economías productoras de la OPEP, pero también para la industria del esquisto de EE.UU., ya que un «entorno de precios más bajos en última instancia desafiaría a esta industria, tradicionalmente la que responde más rápidamente a las circunstancias cambiantes del mercado».
Panorama Cambiante del Mercado Petrolero
La forma en que la industria se adapte y ajuste al nuevo panorama de suministro tendrá consecuencias de amplio alcance para los productores y consumidores a nivel mundial durante el resto de la década y más allá.