Los perros no dejan de sorprendernos. Un reciente estudio encabezado por Elizabeth Ann Walsh del Cork Pet Behaviour Centre ha puesto en tela de juicio una práctica común entre los dueños de perros: los abrazos. Aunque muchos piensan que los perros disfrutan de esta muestra de cariño, la investigación sugiere que podría ser todo lo contrario. Este estudio, junto con otros anteriores, evidencia que abrazar a los perros puede generarles estrés y ansiedad. ¿Qué otras formas de mostrarles afecto son más adecuadas?
1La realidad detrás de los abrazos a los perros
El estudio de Walsh y su equipo analizó videos de perros siendo abrazados y encontró que un gran porcentaje de ellos mostraba signos de incomodidad. Los investigadores observaron que el 68,25% de los perros evitaban el contacto visual y apartaban la cabeza, mientras que el 81,25% parpadeaban con frecuencia. Estos comportamientos son claros indicadores de estrés. Además, el 67,5% de los perros exhibían comportamientos de mordida o mordisqueo dirigidos al humano que los abrazaba, una señal alarmante de que se sienten amenazados o atrapados.
La conclusión es clara: aunque los abrazos son una expresión de cariño natural para los humanos, no lo son para los perros. Los abrazos pueden inmovilizarlos, privándolos de la opción de escapar, lo que aumenta su nivel de ansiedad y puede provocar respuestas negativas.