Inmersos en intensos rumores de embarazo a raíz de la última publicación en redes sociales de Tamara Falcó, la marquesa de Griñón y su esposo Íñigo Onieva continúan con su vida cotidiana ajenos a las especulaciones sobre su futura paternidad. La foto en cuestión, un selfie frente al espejo de un ascensor donde Onieva posa sus manos con ternura en el vientre de su mujer mientras le da un cariñoso beso en la cabeza, ha desatado una oleada de comentarios y suposiciones. Sin embargo, 11 meses después de darse el ‘sí quiero’ en el palacio El Rincón, la pareja prefiere mantenerse al margen de los rumores y seguir adelante con su rutina.
Celebración y vida cotidiana
El pasado fin de semana, la pareja celebró por todo lo alto el 35º cumpleaños de Íñigo Onieva. El viernes, organizaron una barbacoa con amigos en su ático en Puerta de Hierro, y el sábado disfrutaron de una cena íntima en el restaurante ‘Casa Salesas’. A pesar de las especulaciones, los marqueses de Griñón reaparecieron el domingo para ejercer su derecho a voto en las Elecciones Europeas.
No obstante, sorprendió a muchos descubrir que Íñigo todavía no está empadronado en el domicilio conyugal, que es propiedad de Tamara. En su lugar, aún figura oficialmente viviendo en la casa de su madre, Carolina Molas, en La Moraleja. Íñigo acudió a votar en un colegio electoral cercano a su residencia familiar, acompañado por Tamara, quien esperó en el coche revisando su móvil.
Desmienten los rumores de embarazo
Con los rumores de embarazo en el aire, Tamara Falcó rompió su silencio y desmintió cualquier futura maternidad en conversación con la periodista Beatriz Cortázar, como se dio a conocer en ‘El programa de Federico’ en EsRadio. Aunque la marquesa nunca ha ocultado sus deseos de tener un hijo con Íñigo, señaló que, por ahora, no está embarazada.
Falcó está actualmente sometiéndose a un tratamiento de fertilidad natural basado en la naprotecnología para cumplir su sueño de ser madre, pero asegura que no tiene prisa y deja en manos de Dios y de su fe la llegada de un nuevo miembro a su familia.
Un matrimonio en luna de miel permanente
Tamara Falcó e Íñigo Onieva han demostrado que, a pesar de los rumores y las especulaciones, su matrimonio es sólido y están disfrutando de una continua luna de miel. Esta actitud serena y positiva les ha permitido enfocarse en su vida personal sin dejarse llevar por la presión externa.
Además, la reciente aparición de Íñigo en las urnas ha llamado la atención debido a las recientes críticas que ha recibido su nuevo restaurante. Sin embargo, se muestra relajado y decidido a seguir adelante con sus proyectos, respaldado por el constante apoyo de Tamara.
En resumen, mientras los rumores de embarazo persisten, Tamara Falcó ha dejado claro que, aunque desea ser madre, no está esperando un hijo en este momento. La marquesa y su esposo Íñigo Onieva continúan disfrutando de su vida juntos, enfocándose en su bienestar y futuros proyectos, sin dejarse distraer por las especulaciones.
En conclusión, la vida de Tamara Falcó e Íñigo Onieva sigue adelante con normalidad, ajena a los rumores y centrada en celebrar momentos importantes como el reciente cumpleaños de Íñigo y ejercer su derecho al voto. La pareja demuestra que su relación es fuerte y estable, y que su deseo de formar una familia llegará en su momento, guiado por la fe y la confianza mutua.