Este martes, Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, advirtió que los servicios siguen siendo el componente más resistente a la baja en la inflación de la economía española, principalmente debido a los crecientes costes laborales unitarios. Gavilán hizo estas declaraciones durante la presentación de las ‘Proyecciones macroeconómicas de España 2024-2026’, subrayando que los últimos meses han mostrado una sorprendente persistencia en la inflación de los servicios.
Costes laborales y desacoplamiento salarial
Durante su presentación, Gavilán destacó que la presión ejercida por los costes laborales unitarios en la inflación de los servicios se debe a un «desacoplamiento entre salarios y productividad». En otras palabras, los salarios están aumentando a un ritmo superior en comparación con la productividad. Según Gavilán, la subida salarial en España ronda el 5%, mucho más elevada que la observada en los convenios colectivos, que según las últimas cifras disponibles, se ha elevado en un 2.9%. Esto pone de manifiesto el «tensionamiento del mercado de trabajo» en España. Además, este fenómeno se ve agravado por el incremento de las cotizaciones sociales, lo que contribuye a los costes laborales elevados.
Gavilán señaló que este desacoplamiento entre salarios y productividad es una de las principales razones por las cuales la inflación en los servicios se mantiene alta. La dificultad de ajustar los salarios a la baja, además de las presiones inherentes del mercado laboral, complica aún más la situación. El Banco de España observa que estos factores estructurales podrían continuar ejerciendo presión sobre la inflación de los servicios en el próximo periodo, haciendo que esta resistencia a la baja no sea una cuestión temporal.
El impacto del turismo en la inflación de los servicios
Además de los costes laborales, el aumento del consumo en el sector turístico también está jugando un papel crucial en la inflación en los servicios. Inicialmente, se esperaba que el notable auge del turismo fuera «transitorio». Sin embargo, el incremento del consumo turístico se ha prolongado más de lo estimado, contribuyendo a la persistencia de la inflación en este sector. Gavilán recalcó que el turismo ha sido un motor inesperado de la demanda, estabilizando en cierto modo la inflación en los servicios a pesar de las expectativas de desaceleración.
El consumo robusto en el turismo es un fenómeno no exclusivo de España. Gavilán aclaró que esta tendencia también es observable a nivel global, con países como Estados Unidos y Reino Unido enfrentándose a una inflación en el sector servicios bastante alta, del 5% y 6% respectivamente. En contraposición, España ha logrado mantener este índice en torno al 4%, lo que en cierta medida indica un control relativo sobre estos aumentos, aunque sigue siendo una preocupación destacada para las autoridades económicas del país.
El incremento del turismo no solo afecta a los precios directamente relacionados con la industria, como la hostelería y el alojamiento, sino que también tiene un efecto dominó en otros servicios vinculados, como el transporte y el ocio. Este fenómeno sugiere que los efectos del turismo en la inflación son complejos y multifacéticos, abarcando más que solo la demanda directa.
Reflexiones finales y perspectivas futuras
Gavilán concluyó su presentación subrayando la importancia de vigilar de cerca estos factores a medida que España avanza hacia 2024 y más allá. La inflación en los servicios continuará siendo un desafío significativo, especialmente si los costes laborales y el consumo turístico persistente continúan mostrando las mismas tendencias actuales.
El Banco de España seguirá monitoreando estos indicadores para tomar medidas adecuadas que ayuden a controlar la inflación sin obstaculizar el crecimiento económico. La interacción entre la política salarial, la productividad y la dinámica del turismo será crucial para desarrollar estrategias efectivas que mantengan la estabilidad económica.
En resumen, la presentación de las ‘Proyecciones macroeconómicas de España 2024-2026’ reveló que los servicios, impulsados por factores como los costes laborales y el turismo, siguen siendo una fortaleza en la estructura inflacionaria de la economía española, ofreciendo tanto desafíos como oportunidades para el futuro económico del país.