Roland Garros ha demostrado que no trata igual a Carlos Alcaraz que a Rafael Nadal. El joven prodigio español, que soñaba con emular a su ídolo Rafa levantando la Copa de los Mosqueteros con la Torre Eiffel de fondo, se ha visto frustrado debido a las estrictas medidas de seguridad en París por los Juegos Olímpicos. A pesar de haber ganado el prestigioso torneo, Alcaraz no ha podido realizar la icónica sesión de fotos en el monumento más emblemático de la capital francesa.
Este contratiempo contrasta fuertemente con el trato recibido por Nadal en sus años de gloria, cuando las fotos con la torre y la copa se convirtieron en una tradición que resaltaba su dominio en la tierra batida parisina. La situación actual ha dejado una sensación agridulce, cuestionando si las circunstancias han sido justas con el nuevo campeón y si Roland Garros sigue mostrando la misma deferencia hacia sus figuras emergentes como lo hizo con los veteranos consagrados.
1Un campeón de Roland Garros que rompe la tradición
Carlos Alcaraz, desafiando la norma entre los campeones de Grand Slam, regresó al torneo el día después de su triunfo en Roland Garros.
Mientras que otros campeones suelen posar en lugares icónicos de la ciudad, como Rafael Nadal en la Torre Eiffel o Disneyland París, Alcaraz vivió una experiencia diferente.
En lugar de una sesión de fotos en un sitio emblemático de París, volvió al Bois de Boulogne, donde se alzó con la victoria.