La disminución de presas impulsó la extinción de los depredadores en la península ibérica, según una investigación internacional en la que participan la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
Para llegar a esta conclusión, un equipo interdisciplinario de ecólogos y paleontólogos de Brasil, España y Suecia ha analizado una serie temporal de redes tróficas que abarca más de 20 millones de años para determinar cómo su reestructuración afectó a la extinción entre los depredadores. Concretamente, recopilaron información sobre el tamaño corporal y la dieta de las especies de mamíferos en el registro fósil del Neógeno de la península ibérica y calcularon sus posibles interacciones a través del denominado como Análisis de Redes.
En este trabajo, publicado en Ecology Letters, los expertos encontraron que las redes tróficas experimentaron una simplificación gradual, perdiendo interacciones y volviéndose más dispersas hacia el presente. A partir de hace aproximadamente 15 millones de años, hubo una notable disminución de la temperatura junto con un aumento de la aridez, lo que favoreció la llegada y proliferación de herbívoros de gran tamaño mientras se reducía la diversidad de los de tamaño mediano.
De esta manera, estos cambios en la distribución de la masa corporal de las comunidades de herbívoros disminuyeron la cantidad de presas disponibles para la mayoría de los depredadores, lo que impulsó la simplificación de la red trófica.
En el transcurso de la investigación, los autores encontraron que la longevidad de los depredadores estaba directamente relacionada con su riesgo de extinción, y que los depredadores con menos presas disponibles experimentaban un mayor riesgo de extinción. Según Fernando Blanco, coautor del estudio e investigador en la Universidad de Gotemburgo (Suecia), esto enfatiza la importancia de las interacciones ecológicas en la influencia de los patrones de extinción a lo largo del tiempo evolutivo.
«Deberíamos considerar no solo las especies individuales, sino también un contexto ecológico más amplio para desarrollar estrategias de conservación que preserven a los depredadores en nuestros ecosistemas», ha señalado.