El futuro de la movilidad en Europa está en juego en las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Los partidos políticos presentan propuestas diversas que van desde la prohibición de los coches de combustión hasta la creación de una red transeuropea de transporte público.
En este contexto, la sostenibilidad se erige como un eje central, con medidas orientadas a reducir las emisiones contaminantes, impulsar la movilidad eléctrica y promover un transporte público más eficiente y ecológico.
¿Cuáles son las propuestas de los principales partidos políticos? ¿Qué retos enfrenta el sector del automóvil europeo? En este artículo, analizamos las claves del debate sobre la movilidad en Europa.
El futuro del automóvil: ¿Combustión o eléctrico?
Uno de los temas más controvertidos es el futuro del coche de combustión. La Unión Europea se ha fijado como objetivo eliminar la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel para 2035.
Esta medida ha generado un intenso debate entre los partidos políticos. Mientras que algunas formaciones apoyan la transición hacia el coche eléctrico, otras abogan por posponer la prohibición de los motores de combustión e incluso revertir los acuerdos alcanzados.
- A favor del coche eléctrico: Partidos como Sumar y Podemos defienden adelantar los objetivos de reducción de emisiones y apuestan por una mayor inversión en infraestructuras de carga para vehículos eléctricos. Sumar, por ejemplo, propone una reducción del 65% en las emisiones para 2030, tomando como modelo el ejemplo alemán. Podemos, por su parte, propone incentivos fiscales para la compra de coches eléctricos e híbridos, con el objetivo de alcanzar una flota de vehículos completamente «verde» a principios de la década de 2040.
- Cautela ante la prohibición del coche de combustión: El Partido Popular, por su parte, propone posponer la prohibición de los coches de combustión hasta que se garantice la cobertura suficiente de puntos de carga eléctrica en todo el territorio español. Argumentan que la transición energética debe ser gradual y que es necesario asegurar que las familias puedan acceder a vehículos eléctricos a precios asequibles.
- Rechazo a la Agenda Verde: En el extremo opuesto se encuentra Vox, que propone revertir el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030. Consideran que estas medidas «criminalizan» la industria del automóvil y abogan por mantener los coches de combustión más allá de 2035.
Hacia un transporte público más sostenible y eficiente
Otro de los ejes centrales del debate es la mejora del transporte público. Los partidos políticos coinciden en la necesidad de impulsar un transporte público más sostenible, eficiente y accesible para todos los ciudadanos.
- Apuesta por el transporte público: El PSOE propone un transporte público más asequible y sostenible, con especial énfasis en el Corredor Atlántico, las zonas rurales y el Mediterráneo.
- Tarifa plana europea: Sumar va un paso más allá y propone la creación de una tarifa plana europea de transporte público para viajar entre países de la Unión Europea, siguiendo el modelo de éxito implementado en Alemania.
- Gratuidad para los jóvenes: Podemos propone la gratuidad del transporte público para los menores de 26 años en toda Europa, incluyendo tanto viajes nacionales como intracomunitarios.
Además de las medidas mencionadas, los partidos políticos también plantean propuestas para reducir el uso del coche privado en las ciudades. Podemos, por ejemplo, aboga por limitar la velocidad a 30 km/h en todas las calles de las ciudades y propone la creación de planes de movilidad urbana sostenible que incluyan rutas para bicicletas, vehículos de movilidad personal y transporte público.
El desafío de la competencia china
La industria del automóvil europea se enfrenta a un importante desafío: la competencia de China. El gigante asiático se ha convertido en un actor clave en el mercado de los vehículos eléctricos y amenaza con arrebatar cuota de mercado a los fabricantes europeos.
La Unión Europea está considerando la posibilidad de imponer aranceles a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China. Esta medida, sin embargo, podría desencadenar una guerra comercial entre ambas potencias.
El reto para la industria del automóvil europea es doble: por un lado, debe acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica para no quedarse atrás en un mercado en plena expansión; por otro lado, debe hacer frente a la competencia de China, que produce vehículos eléctricos a precios muy competitivos.
En definitiva, las elecciones al Parlamento Europeo serán determinantes para el futuro de la movilidad en Europa. Los ciudadanos tendrán la última palabra sobre qué modelo de movilidad quieren para el futuro: un modelo basado en el coche privado o un modelo que apueste por la sostenibilidad, la eficiencia y la accesibilidad del transporte público.