Los robots de reparto no funcionan para Glovo y Uber Eats en España

Con la cantidad de problemas que tienen los repartidores en España y el resto del mundo, parece llamativo que no se hayan hecho más intentos para automatizar el proceso. No es que no existan, con Door Dash o Uber Eats realizando pruebas pilotos en varias ciudades de Estados Unidos. Pero en territorio ibérico, al menos de momento, las pruebas piloto no han dado paso a una adopción generalizada de los robots de reparto como parte del panorama del sector en la actualidad.

De momento, la empresa que más ha avanzado en aplicar esta tecnología al reparto es la madrileña Goggo. Como es de esperarse, sus robots han tenido que pasar por los problemas normales de una tecnología nueva, desde la molestia de los vecinos en Zaragoza por atravesar las aceras, por donde los ciclistas no pueden pasar, hasta las dificultades para programar, la empresa ha sido el conejillo de indias para un proyecto que puede cambiar la forma en que se maneja un negocio que ha tenido problemas en varios pasos del proceso.

A finales del año pasado, la empresa dejó de funcionar en Zaragoza por la suma de problemas económicos y dificultades técnicas, y se vio obligada a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), lo que muestra lo complicado que es aplicar esta tecnología. Lo cierto es que es difícil en varios niveles, y hasta hace poco para Glovo o Uber Eats no había grandes motivos para acelerar los procesos de evolución del negocio, después de todo hasta hace poco era relativamente cómodo trabajar con repartidores autónomos. 

El problema es que la relación de laboralidad a las que les obliga la ley rider ha cambiado esta situación. Sumado a que contratar a los repartidores no solo podría obligar a subir los precios, sino que terminaría reduciendo sus flotas y alargando los tiempos de espera, lo que tanto Glovo como Uber Eats consideran un peligro letal. Visto así, un servicio automatizado, incluso de última milla, como el que aplicaba Goggo en Alcobendas, puede parecer tentador, pero primero es necesario conseguir que funcionen. Es un proceso lento, que además de inversión, requiere que la empresa encargada tenga la posibilidad de cambiar de estrategias y revisar los problemas económicos. 

NUEVAS ESTRATEGIAS DEL MERCADO DEL REPARTO

La realidad es que es complicado para estas empresas cambiar de estrategias. Su modelo de negocio es demasiado rígido, y no siempre ha dado los resultados esperados, como demuestran las pérdidas recientes del sector. Al mismo tiempo, la situación les obliga a buscar cambios, pues no parece probable que Europa cambie de posición con el reglamento de trabajo en plataformas digitales, y mucho menos que España lo haga con su ley rider, al menos mientras Yolanda Díaz siga siendo ministra de Trabajo, pues la ley es su bebe. 

De todos modos, es difícil enfrentar estos periodos de transformación, pero incluso la nueva tecnología es complicada de aplicar en situación normal. Se suma la difícil situación de los repartidores, que trabajan largas horas en situaciones de calor y frío extremas. En esa realidad un apoyo automatizado puede ser útil, pero el terror de ser reemplazados está presente, después de todo si se puede evitar los gastos es lógico que las empresas lo hagan, como se ha mostrado con las nuevas tecnologías de los supermercados en España y más allá no es demasiado complicado que las empresas intenten reducir costos señalando trabajadores. 

Europapress 3397792 Repartidor Just Eat

No es un problema único del sector, después de todo la aparición de la Inteligencia artificial ha generado preocupaciones similares en varios sectores en la actualidad. En esa situación es difícil evitar que los repartidores reaccionen con preocupación ante este tipo de tecnología, y se puede sumar la preocupación causada al ver este tipo de tecnologías en películas y televisión, después de todo incluso hay un episodio de ‘Black Mirror’ que gira alrededor de los problemas de este tipo de tecnología.

En el caso de Uber se suman los problemas que se han generado con los taxis automatizados en las ciudades donde los han probado. A pesar del crecimiento de este tipo de pruebas de momento, sigue siendo inviable que se apliquen del todo, al menos como reemplazo, lo que puede permitir a los repartidores respirar tranquilos.

GLOVO Y UBER EATS FRENTE A LA CAMPAÑA DE JUST EAT

En cualquier caso, las dos empresas no son las únicas del sector. Just Eat, el principal competidor de Glovo y Uber Eats que tiene a sus repartidores bajo contrato, está en una situación diferente, y sus repartidores están aprovechando las elecciones europeas para pedir más acciones para proteger sus puestos de trabajo, y para pedir que se cumpla una normativa que en buena parte del continente las plataformas de reparto no ven como viable.