Parece que el futuro ha llegado. En una tienda de café de Starbucks, en Corea del Sur, más de 100 robots son los que atienden a los clientes. Preparan los productos con la precisión de un barista, van y sirven cada cosa con maestría y, como si fuera poco, también limpian el lugar. Es algo completamente alucinante.
Esta tienda de Starbucks, ubicada en el edificio Naver 1784 de Corea del Sur, no solamente es pionera en cuento a nuevos servicios en una tienda de café, sino que claramente muestra cómo podría ser, en muy pocos años, la interacción que podría producirse en varios lugares entre los humanos y las máquinas de inteligencia artificial.
Lo curioso es que, además de limpiar y preparar las cafés, los robots también pueden hacer transacciones con dinero sin una intervención humana directa.
En el lugar solamente trabajan dos humanos, que son los encargados del mantenimiento y la supervisión de los robots, así como de asistir a los clientes ante cualquier inconveniente que se puede presentar con estas maquinas.
Esta versión futurista de Starbucks, sin duda, podría generar un antes y un después en los mercados de las tiendas famosas de café, sobre todo si la estrategia funciona y los clientes llegan a sentirse a gusto con el curioso servicio.
También puede ser el punto de partida para la llamada ‘nueva era’ de esta famosa marca de café a nivel mundial. Si bien en el mundo ya hay tiendas que son atendidas con elementos de inteligencia artificial, esta es la primera que emplea esa tecnología casi al 100 %.
1¿Qué dicen los clientes de Starbucks?
En algunas redes sociales como TikTok, Instagram y X, los usuarios de la marca se han mostrado sorprendidos, y han realizado comentarios bastante curiosos como «en el futuro, los robots le servirán el café a los mismos robots» o «impresionante, esto genera fascinación, pero también un poco de temor».
Por ahora lo cierto es que esta tienda de Starbucks en Corea del Sur se maneja de manera piloto. Los usuarios, a través de una aplicación, hacen sus pedidos y los robots, en cuestión de segundos, los tienen más que listos.
Esto genera un hecho sin precedentes en la relación entre los humanos y la inteligencia artificial.