En la mayoría de las familias hay un perro que les alegra la vida: Su fidelidad, compañerismo e inocencia son los elementos claves a la hora de elegirlos para que formen parte, en donde siempre tratamos de darle lo mejor. Sin embargo, existe algo que en ocasiones puede dejarse de lado, pero es realmente muy importante como su comida, en donde una deficiencia en ese sentido puede ocasionarle una enfermedad e incluso, la muerte.
Resulta que hay algunos alimentos que son altamente nocivos para el perro, entre los que se encuentran la cebolla y el ajo. El alium y la sufolxida que están en estos vegetales son realmente tóxicos para nuestro canino, en donde con el correr del tiempo podrían enfermarse de forma severa y luego pasar a mejor vida, ya que destruyen los glóbulos rojos y por ende, desencadenar una anemia.
Cuida a tu perro del chocolate: Es una delicia que solo los humanos podemos consumir
El chocolate contiene teobromina, una sustancia que es realmente tóxica para cualquier raza de perro. Gracias a ello no pueden digerir la golosina de manera correcta, por lo que puede provocar síntomas graves como vómitos constantes, aumento desmedido de la frecuencia cardíaca y convulsiones. Si esto nunca se dejara de hacer y por ende, sigue dándole chocolate a tu mascota, puede morir.
En ocasiones, algunos adiestradores suelen darle chocolate al perro como recompensa por la nueva actividad o movimiento que se acaba de aprender, algo garrafal. En su lugar, los laboratorios elaboraron hace tiempo una golosina especial para los caninos, la cual está fabricada a base de carne y otros nutrientes, pero tiene un sabor dulce. Con toda esta información, ahora pensarás dos veces en convidar un bombón u otro derivado a nuestro amigo.
Evita las uvas o las pasas a tu perro, ¡Podrás lamentarlo por siempre!
Estas frutas que son tan deliciosas para el ser humano también pueden serlo para tu perro, pero lo que él no sabe es que puede ocasionarle grandes problemas. La insuficiencia renal aguda es el derivado principal que podrían sufrir en caso de comerlas, teniendo que afrontar posteriormente dolorosas y costosas operaciones para salvar su vida. Parece drástico, pero es lisa y llanamente lo que ocurre.
Los primeros síntomas que denotan un problema en tu perro son la pérdida de apetito, debilidad, aumento de la sed, vómitos constantes y diarrea. No trates de inventar o jugar con la comida, ellos ya tienen una dieta balanceada para ser fuertes y vivir mucho: Combina su alimento balanceado con carnes rojas, blancas y hasta frutas. Piensa en esto: Cuídalos y aliméntalos como si fueran otra persona.