La medida del gobierno de Pedro Sánchez de eliminar la «golden visa» ha generado una reacción inmediata en el sector inmobiliario y entre los inversores extranjeros. Este visado, que permite residir en España a cambio de una inversión significativa, principalmente en el sector inmobiliario, ha sido un punto de atracción para numerosos inversores no comunitarios desde su implementación en 2013.
La eliminación de esta visa es vista como una medida populista que no resolverá el problema de la vivienda social en España. Para los expertos del sector, la incidencia de las «golden visas» en el mercado inmobiliario es mínima, representando solo el 0,5% de las viviendas vendidas a extranjeros en 2022. En su opinión, el verdadero problema radica en la falta de oferta y la creciente demanda de viviendas.
El sector inmobiliario sostiene que medidas como esta ahuyentan el capital internacional y generan inseguridad jurídica. Para muchos expertos la imagen que España proyecta al exterior con esta decisión es negativa y podría desincentivar futuras inversiones extranjeras, como ya se ha visto en Portugal.
Desde una perspectiva legal, la medida también ha sido cuestionada. Los expertos en materia jurídica sostienen que eliminar la «golden visa» no tiene justificación jurídica y que no tendrá ningún impacto en el mercado inmobiliario ni en la reducción de los precios de las viviendas. Los inversores de «golden visa» suelen acceder a propiedades de alto valor adquisitivo, lo que no compite con la vivienda social.
La «golden visa» fue introducida en 2013 por el gobierno de Mariano Rajoy como parte de una ley para apoyar a los emprendedores y la internacionalización. Este visado ha permitido a numerosos ciudadanos no europeos residir en España mediante la inversión en inmuebles por un valor mínimo de 500.000 euros, o a través de otras inversiones significativas en el país.
Las cifras oficiales muestran que entre 2013 y 2022 se concedieron menos de 5.000 «golden visas», lo que representa una fracción insignificante del total de transacciones inmobiliarias en ese periodo. A pesar de esto, el gobierno de Sánchez argumenta que la eliminación de este visado busca combatir la especulación y garantizar que la vivienda sea un derecho.
El impacto de esta medida en el mercado inmobiliario es debatido. Representantes del sector inmobiliario sostienen que la «golden visa» ha tenido un impacto marginal en el alza de precios de las viviendas y que la demanda internacional seguirá favorecida por otros factores como la seguridad jurídica y la infraestructura.
Uno de los efectos colaterales de la eliminación de la «golden visa» podría ser la intensificación de la gentrificación en ciudades como Madrid, Barcelona y Málaga, donde la demanda de vivienda de alto nivel adquisitivo ha desplazado a la población original. Este fenómeno ha incrementado los precios de las viviendas, haciendo difícil el acceso para muchos ciudadanos.
La eliminación de la «golden visa» para la compra de inmuebles podría redirigir las inversiones hacia otros sectores o incluso a otros países. Inversores de países como China, Filipinas y Reino Unido, que han sido los principales beneficiarios de este visado, podrían buscar alternativas fuera de España.
El gobierno español ha defendido su decisión alegando que busca proteger el mercado inmobiliario de la especulación. Sin embargo, expertos y profesionales del sector creen que esta medida es insuficiente para abordar los problemas estructurales que afectan al acceso a la vivienda en España.
A pesar de la incertidumbre, los inversores extranjeros están apresurando sus trámites para obtener la «golden visa» antes de que se haga efectiva la eliminación del visado. Esta prisa se debe a las ventajas que ofrece la «golden visa», como la posibilidad de residir y trabajar en España, así como la libertad de movimiento dentro del Espacio Schengen.
El impacto de las ‘Golden Visa’ en el mercado inmobiliario español y para el inversor extranjero
Estas visas, introducidas en 2013, permitían a los inversores extranjeros obtener permisos de residencia a cambio de una inversión mínima de 500.000 euros en bienes inmuebles. A lo largo de la última década, se ha debatido extensamente sobre los beneficios y las desventajas de este programa.
Los defensores de las ‘Golden Visa’ argumentan que estas han atraído capital extranjero crucial en momentos de necesidad económica. En particular, después de la crisis financiera de 2008, las inversiones extranjeras ayudaron a estabilizar el mercado inmobiliario. Ciudades como Madrid, Barcelona y Málaga se beneficiaron significativamente de estas inversiones, lo que a su vez impulsó el desarrollo de proyectos inmobiliarios y la creación de empleo en el sector de la construcción.
Sin embargo, críticos del programa señalan que las ‘Golden Visa’ han contribuido a la especulación inmobiliaria y al aumento de los precios de la vivienda. En muchas ciudades, la demanda de propiedades de lujo ha desplazado a los residentes locales, haciéndoles más difícil acceder a viviendas asequibles. Esto ha exacerbado la crisis de la vivienda en áreas urbanas, donde los precios ya eran elevados.
Para muchos las motivaciones de los inversores extranjeros en España van más allá de la obtención de una ‘Golden Visa’. Los factores que atraen a estos inversores incluyen la calidad de vida, la seguridad, y la oferta cultural y educativa de España. En este contexto, la eliminación de las ‘Golden Visa’ podría no tener un impacto significativo en la demanda de propiedades de lujo.
Las estadísticas respaldan esta afirmación. Según un informe de Transparencia Internacional España, solo se concedieron 6.200 visados a inversores en la última década. Esta cifra es mínima en comparación con las ventas totales de viviendas en España, que se sitúan en cientos de miles cada año. Así, el efecto de las ‘Golden Visa’ en el mercado general parece ser limitado.
A pesar de esto, la percepción de un entorno menos favorable para la inversión extranjera podría tener implicaciones más amplias. Las recientes medidas, incluida la ley de vivienda y los topes al precio del alquiler en España, generan incertidumbre entre los inversores. Según la Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI), estas políticas crean desconfianza en los mercados financieros y desalientan la inversión extranjera, lo que podría afectar negativamente al crecimiento económico a largo plazo.
En cuanto a los precios de la vivienda, muchos expertos coinciden en que la eliminación de las ‘Golden Visa’ no provocará una reducción significativa. El problema principal en el mercado inmobiliario español es la falta de oferta de viviendas asequibles, no la demanda extranjera. El foco, argumentan, debería estar en aumentar la construcción de viviendas, tanto públicas como privadas, para satisfacer la demanda interna.
Desde una perspectiva operativa, las inmobiliarias de lujo consideran que la eliminación de las ‘Golden Visa’ tendrá un impacto limitado. La mayoría de sus transacciones no dependen de este esquema, ya que los compradores de lujo generalmente no necesitan la residencia en España. Así, la decisión de eliminar las ‘Golden Visa’ podría ser más simbólica que práctica en términos de mercado inmobiliario.
En las áreas de alta demanda extranjera como la Costa del Sol y las Islas Baleares, la influencia de las ‘Golden Visa’ ha sido igualmente reducida. Las inversiones en estas regiones se basan más en el atractivo turístico y la calidad de vida que en la obtención de permisos de residencia. Por lo tanto, la eliminación del programa probablemente no alterará significativamente la dinámica del mercado en estos lugares.
Ahora bien, aunque la eliminación de las ‘Golden Visa’ representa un cambio en la política de atracción de inversiones extranjeras, su impacto real en el mercado inmobiliario español es probablemente limitado. Las motivaciones de los inversores extranjeros van más allá de la obtención de visados, y los desafíos del mercado de la vivienda en España requieren soluciones más profundas y estructurales. La clave para un mercado inmobiliario saludable reside en equilibrar la oferta y la demanda, y en crear un entorno de inversión estable y atractivo para todos los compradores, tanto nacionales como internacionales.
El fin de una era y las consecuencias a mediano y largo plazo
El debate en torno a la posible eliminación de las ‘Golden Visa’ en España ha despertado preocupaciones significativas tanto entre los inversores extranjeros como entre los sectores económicos que dependen de estas inversiones. La propuesta de eliminar estos visados, si bien busca abordar problemas legítimos relacionados con el mercado inmobiliario y la especulación, corre el riesgo de generar consecuencias más amplias y negativas de lo anticipado. Las ‘Golden Visa’ han sido una fuente vital de capital extranjero que ha impulsado sectores clave como la construcción, el turismo y los servicios locales.
Desde su introducción, las ‘Golden Visa’ han facilitado un flujo constante de inversiones que han revitalizado diversas áreas urbanas y rurales. Estas inversiones no solo han generado empleo, sino que también han mejorado infraestructuras esenciales. La eliminación de estas visas podría enviar un mensaje alarmante sobre la seguridad jurídica en España, afectando la confianza de los inversores extranjeros en el sistema legal y económico del país.
Experiencias de otros países, como Portugal, ofrecen lecciones valiosas. Las restricciones impuestas en Portugal no resolvieron los problemas del mercado inmobiliario y, en algunos casos, los agravaron. España debería aprender de estos errores en lugar de repetirlos.
Los inversores necesitan un marco claro y estable para planificar sus inversiones sin temor a cambios abruptos que puedan alterar sus planes de vida y negocio. La incertidumbre jurídica podría desincentivar la inversión extranjera, afectando la economía nacional.
Además, el éxodo de potenciales inversores hacia otros países europeos con políticas más favorables podría ser una consecuencia directa de la eliminación de las ‘Golden Visa’. Países como Italia, que ofrecen una calidad de vida similar a España, podrían atraer a estos inversores, reduciendo así la competitividad de España como destino de inversión. Esta migración de capital podría debilitar aún más la economía española.En resumen, la eliminación de las ‘Golden Visa’ podría ser un tiro por la culata con efectos perjudiciales para la economía y la sociedad española.