Hay lugares muy duros para vivir alrededor del mundo, en donde existe un pueblo que no es apto para los amantes del verano. El mismo está situado en la parte más al norte de todo el globo, en donde las temperaturas son tan bajas que jamás podrás salir a la calle con una playera. Se trata de Longyearbyen, quien forma parte de una de las naciones más bellas y seguras como lo es Noruega.
Puntualmente, queda dentro de la ciudad de Svalbard y se encuentra aproximadamente a medio camino entre el mencionado país noruego y el Polo Norte. La particularidad de esta zona helada e inhóspita es que allí dentro viven poco más de 2300 habitantes, pero ninguno de ellos nació o creció allí: Es un sector rico en minería y todos los que están presentes es estrictamente por el empleo. Esto hace que cuando renuncien o cambien de vida, simplemente dejen todo.
Curiosidades de este pueblo tan frío y boreal del planeta
Hay varias cosas a tener en cuenta por si un día se te ocurre pasear por este pueblo. No se puede salir de las casas sin armas por si aparece un oso polar, los cuales son agresivos. Dichos osos están fuertemente protegidos por las autoridades noruegas, por lo que si les disparas analizarán estrictamente que este haya sido tu último recurso y la legítima defensa, por lo que debes tener cuidado.
Otra cosa a tener en cuenta es que debes ir a este lugar si estás embarazada y a punto de dar a luz. Longyearbyen no tiene hospitales aptos para llevar adelante un parto, algo que hace imposible que existan personas autóctonas de este lugar. Otros pueblos en las inmediaciones de este lugar son los que reciben con los brazos abiertos estos casos, pero recuerda llevar abrigo de sobra por el extremo frío.
¿Tienes mascotas? ¿Piensa mejor entonces si quieres ir a este pueblo?
Con los perros no habría problemas en este rincón de Noruega, pero los gatos están totalmente prohibidos en Svalbard, ya que en este archipiélago hay un montón de poblaciones de aves y los gatos son depredadores naturales de ellas, algo que podría extinguirlas. De todos modos les haces un favor, ya que los felinos domésticos sufren mucho las bajas temperaturas.
Como si esto fuera poco, en Longyearbyen se encuentra el Banco Mundial de Semillas. Se trata de un búnker construido a más de 100 metros de profundidad con un sin fin muestras de semillas de casi todo el mundo, con espacio para millones más para que en caso de un desastre a nivel mundial, estas sean plantadas con el fin de reabastecer a todo el globo. Sin dudas un lugar que no es para todos, pero que tiene en claro lo que quiere.