El mundo es muy extenso y gran parte de él puede ser visitado, pero otra esconde secretos que los hacen completamente inaccesibles. Uno de ellos es el más sobresaliente de todos y se trata del Área 51, ese sector de Estados Unidos que se hizo famoso por su supuesta actividad extraterrestre. Si bien creemos conocerla a través de las películas, lo cierto es que las imágenes reales que existen y están al alcance del público son del exterior.
El gobierno de este país montó hace decenas de años una base militar enorme allí adentro, en donde se esconderían casos emblemáticos de contactos con OVNIS, como el de Roussel. Genera tanta curiosidad en las personas que Hollywood y otras grandes producciones hicieron varias películas sobre el tema, simulando estar allí adentro y que incluso suceden cosas fuera de lo común.
Estados Unidos, el país con más secretos escondidos a cientos de metros
El país de Norteamérica tiene varios sitios bien lejos de la gente común y con secretos, a miles de kilómetros de su acceso. Más allá del Área 51 aparece Cheyenne Mountain, el sitio de defensa del territorio. El mismo está enterrado bajo medio kilómetro de granito y provisto de puertas blindadas de 25 toneladas. Con capacidad para 800 personas, alberga puestos de control, salas de información y varios búnkeres habitables solo para personal autorizado.
Luego debemos trasladarnos a Kentucky para conocer la Base For Knox, en donde guardan unas 5.000 toneladas de oro y es considerada la instalación más segura de su clase en todo el planeta. Además de guardar las reservas monetarias, esconde importantes documentos históricos como por ejemplo la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Para entrar deberías pasar por una puerta blindada que pesa 22 toneladas y es capaz de resistir cualquier explosión. Ni lo intentes…
¿Conocías estos dos secretos fuera de Norteamérica?
De este lugar casi no hay fotos tomadas, siquiera desde lejos. Se trata de la base Yamantau, situada en Rusia. Es una instalación subterránea a 140 kilómetros de Ufá, la capital de la República de Baskortostán, una de las locaciones más inaccesibles para el público común. Se cree que es un depósito para misiles nucleares, pero otros indican que es una construcción de una ciudad subterránea para albergar a personas en caso de una situación de crisis mundial.
En el último lugar tenemos la Bóveda del fin del Mundo, situada en Noruega. Es una despensa subterránea de semillas de miles de plantas de todo el mundo. Llamado el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, fue creado para salvar la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven como alimento en caso de una catástrofe mundial, en donde hay secretos que incluso la harían aguantar terremotos y bombardeos.