Hay muchos sitios bonitos en Chile y la Isla de Pascua es uno de ellos. Para acceder a ella se debe tomar un vuelo desde su capital Santiago (o cualquier otro punto del país) ya que esta zona está dividida por una parte del Océano Pacífico. Lo más peculiar de todo esto son las enormes y extrañas cabezas que aparecen en el lugar, las cuales son admiradas por todos los visitantes.
Hace poco tiempo (6 años) que su nombre oficial cambió a Rapa Nui, el cual es su original realmente. Sus más de 7700 habitantes se vieron muy felices con esta designación ya que creen que cumple con los orígenes del lugar y respeta la historia. Sin embargo hay algo que no deja dormir a más de uno por las noches: ¿Cómo es que hicieron y movieron estas cabezas de gran tamaño?
Mitos y leyendas detrás de las cabezas de Isla de Pascua
Las mismas pesan alrededor de 8 toneladas y lógicamente se abrió el interrogante: ¿Cómo una civilización tan antigua pudo trasladas semejantes obras? Pues bien incluso al día de hoy y con toda la tecnología existente es algo que no tiene una respuesta 100% efectiva. Estas esculturas miden hasta 15 metros de largo y tienen a lo largo de su cuerpo varios grabados enigmáticos.
Se han desarrollado un sin fin teorías, incluido el uso de troncos para hacer rodar las estatuas e incluso la creencia descabellada de la ayuda extraterrestre. De todas maneras, parece que el secreto de la Isla de Pascua está en la combinación de un diseño ingenioso que permitió a estas estatuas humanas mantenerse erguidas y mecerse hacia adelante de un lado a otro mientras eran guiadas por cuerdas, lo que resultaba mucho más sencillo trasladarlas.
El misterio ¿develado? sobre las cabezas en Isla de Pascua
En el año 2013, un arqueólogo especializado en el tema brindó detalles de cómo habrían echo las civilizaciones para trasladar estas obras por la Isla de Pascua. El mismo habría sido muy parecido al que tenemos ahora los humanos cuando movemos un refrigerador: Está en una posición de pie, en donde cada lado va avanzando poco a poco y uno a la vez. Otros simplemente piensan que se movían gracias al esfuerzo de cientos de personas al mismo tiempo.
La mayoría de las estatuas fueron creadas en la cantera volcánica de Rano Raraku antes de ser transportadas a pedestales de piedra en diferentes puntos de la costa. También se inclinaban hacia adelante unos 17 grados, lo que causó que el centro de masa se colocara justo sobre el borde inferior frontal. Estos ajustes permitían que la estatua rodara de lado a lado y fuera transportada a su lugar final. Sin duda, una inteligencia que iba más allá de lo que podemos imaginar.